Aller, paraíso de aventureros

Para conocer el lado más salvaje del concejo de Aller hay que estar dispuesto a calzarse las botas. La intrincada orografía, con una amplia superficie montañosa y una zona rural extensa, es su mejor y peor aliado. A la vez que el concejo sufre un importante descenso poblacional, crece día a día su atractivo como lugar donde disfrutar de una naturaleza espectacular, a dos pasos del centro de la región.

Aller es el concejo de mayor tamaño de la comarca de Montaña Central de Asturias, con una superficie de 375 kilómetros cuadrados en la que viven algo más de doce mil personas. El concejo, de profundas raíces mineras y una cultura eminentemente rural es cada día mas conocido como un escenario ideal para experiencias, especialmente deportivas. Lo pusieron de moda los príncipes de Asturias cuando en el año 2004 decidieron recorrer una de las sendas más famosas del municipio, Las Foces del Pino; o cuando se incluyó Coto Bello como etapa de la Vuelta Ciclista a España en 2010. Además, la estación de esquí de Fuentes de Invierno, en el Puerto de San Isidro, es uno de los grandes activos turísticos de la zona. En bicicleta, caminando, o con equipo de nieve, el concejo allerano es el escenario perfecto para los que buscan emociones fuertes en la naturaleza, pero también para los que disfrutan de ella de una manera más reposada.

La estación de esquí de Fuentes de Invierno, en el Puerto de San Isidro, es uno de los grandes activos turísticos de la zona.

En sus bosques de hayas, abedules y castaños habitan especies como el zorro, el lobo, el jabalí, el venado, la marta o las nutrias que disfrutan en sus ríos. Aunque ver fauna salvaje no es fácil, hay épocas en las que adentrarse en el bosque es todo un atractivo turístico. Por eso, la Asociación Alletur, que aglutina a los hosteleros del concejo, organiza paquetes turísticos para que los visitantes puedan presenciar en otoño el cortejo de los venados, o berrea. A veces, y tras una caminata por el monte, los excursionistas sólo llegan a escuchar el sonido de los machos enfrentándose por las hembras, pero a cambio participan de una experiencia única. Si el objetivo es contemplar a los venados, la Foceya es uno de los destinos más frecuentados por estos animales; pero si lo que se desea es contemplar el concejo desde las alturas, lo más recomendable es acercarse hasta la localidad de La Raya, la cota más alta del concejo, o subir a cualquiera de las muchas cimas que jalonan este territorio: El Estorbín, el Toneo, el Faro, Retriñón… Siempre con cuidado, ya que en los meses más fríos es muy posible que los paisajes estén nevados.

En Pelúgano y en Cuevas es posible realizar la escalada deportiva en imponentes paredes rocosas, en Santibanes de La Fuente la vista se escapa al enorme tejo de 12 metros de altura, declarado Monumento Natural en 1995, y que se calcula podría llegar a superar los 500 años de vida. En el Valle del Río Negro, en Santibáñez de Murias (y previo contacto con la oficina de turismo: 985 48 14 39) es muy recomendable visitar el Aula Didáctica «El Nido del Urogallo» (NUR), donde ofrecen información sobre esta esquiva ave, actualmente en peligro de extinción, pero de la que aún existen ejemplares en el concejo. Para ampliar la visita cultural hay que conocer la zona de La Carisa, que alberga un importante conjunto arqueológico compuesto de un campamento romano, una fortificación astur y una importante calzada romana construida en tiempos de Augusto.

En Santibanes de La Fuente hay un enorme tejo de 12 metros de altura, declarado Monumento Natural en 1995, y que se calcula podría tener más de 500 años de vida.

Las posibilidades que ofrece el concejo son muchas y muy variadas, de ahí la importancia de que existan numerosas rutas, algunas de ellas señalizadas. Otras, por el contrario, se adentran en los rincones más desconocidos del concejo, de modo que lo más recomendable es contar con la ayuda de un profesional para recorrerlas sin riesgos. Almudena Suárez es guía oficial de montaña y desde hace tres años tiene su propia empresa de turismo activo en el concejo, Naturaller. Esta vecina de Santibanes de la Fuente insiste en la necesidad de concienciar a la gente para que salga al campo cumpliendo las normas básicas de seguridad: «Hay que llevar ropa y calzado adecuado, conocer en qué tipo de zona te estás metiendo y contar con la climatología, porque te puedes llevar un buen susto incluso en zonas aparentemente conocidas». Suárez está acostumbrada a promocionar el concejo en cada una de las rutas que organiza y que en muchos de los casos acaban con una degustación de la gastronomía local. «Son las rutas de «Platu y zapatu». Las llamamos así porque son más tranquilas, para familias y jóvenes que se inician en el senderismo o que tienen poco tiempo. Hacemos rutas de corta duración, normalmente por la zona de les Foces, San Isidro y Fuentes de Invierno, y luego los llevamos a algún restaurante de la zona». Para los caminantes más experimentados Almudena recomienda otro tipo de recorrido como la «transretriñoniana», como denominan a la travesía que une Felechosa con la localidad de Caleao, en el vecino concejo de Caso. «Por cualquier lugar donde vayas te encuentras con paisajes muy guapos -opina Suárez-. El concejo tiene todo lo necesario para disfrutar de la naturaleza, aunque lo que hace falta es apoyo por parte de las administraciones locales. Por ejemplo, si no permiten retejar las cabañas no será posible mantener las brañas, y por tanto también se perderán los caminos».

Desde la localidad de Santibáñez de Murias parte una de las rutas señalizadas, el PR – AS 236, un recorrido circular de baja dificultad, que durante hora y media recorre bellas zonas boscosas.

De momento, y como primera medida para afrontar la crisis y seguir promocionando el concejo, Almudena apuesta por que todos los sectores turísticos (turismo rural, alojamientos y restauración) trabajen en coordinación y «no de forma aislada, porque juntos tenemos mucho que ofrecer».

Entre las cuestiones que más preocupan al sector hostelero está la mejora de las comunicaciones en el concejo, una necesidad de primer orden si se quiere acercar el concejo allerano a la zona centro de Asturias. La inauguración del Corredor del Aller, primero entre Ujo y Moreda y posteriormente de Moreda a Corigos, significó en su momento una importante mejora. Ahora se espera con impaciencia la apertura del próximo tramo que une Corigos y Cabañaquinta.

Aller, todo el año