Cumplidos ya los veinte años de actividad, el Centro Municipal de Empresas de Gijón es un referente en el panorama económico asturiano. En un momento en que la generación de empleo y la dinamización empresarial son fundamentales, Bernardo Veira, Gerente del CME, defiende la necesidad de fomentar la cultura emprendedora y regenerar el tejido productivo local. Para ello desarrollan diferentes programas y cuentan con una gran baza: la Milla del Conocimiento.
-En el año 97 se puso en marcha el Taller de Iniciativas Empresariales. ¿Cómo ha cambiado el perfil del emprendedor desde entonces hasta ahora?
-En general, desde el nacimiento del Centro Municipal de Empresas en 1992 hasta las fechas actuales ha habido cambios muy significativos en la tipología de proyectos. Particularmente, desde el inicio de los Cursos de Formación Básica del Taller de Iniciativas Empresariales la tipología de proyectos y personas ha avanzado en la misma línea que la propia sociedad y las tendencias del mercado. La tecnología se ha incorporado a las iniciativas, se han abierto nuevas oportunidades internacionales, los cambios en la sociedad han sido muy relevantes y todo ello configura un tipo de proyecto promovido por emprendedores de muy alta cualificación, con formación y experiencia e ideas muy claras de lo que quieren ofrecer. Asimismo, siguen existiendo promotores en actividades más básicas y tradicionales pero, en todo caso, incorporan herramientas TIC y algunas innovaciones en producto o en su proceso que podrían permitir ofrecer cierto grado de diferenciación. Actualmente es fundamental tener una estrategia online del negocio, en algunos casos es tan crítico que puede suponer el éxito o fracaso del proyecto.
-Gijón ofrece un completo abanico de recursos para emprendedores y algunos proyectos novedosos que incorporan un plus a nuestros servicios. Me explico. Es habitual que un centro de empresas oferte servicios de asesoramiento, alojamiento para emprendedores e incluso formación. En el caso de nuestro municipio, el Centro de Empresas pone a disposición de emprendedores y empresas, además de los citados, una ayuda económica a fondo perdido (adicional a las regionales) para los gastos iniciales, servicios de acompañamiento individualizado a los proyectos más innovadores, un fondo de capital semilla para prestar recursos económicos en condiciones muy favorables a los nuevos proyectos, un fondo de capital riesgo para proyectos de mayor envergadura, unas ayudas para revitalizar el pequeño comercio, ayudas para la formación de plataformas de empresas de que desarrollen conjuntamente productos/servicios nuevos, contamos con proyectos de alerta temprana para empresas con dificultades, programas de reemprendimiento, de internacionalización, disponemos de un plan de apoyo y mejora a las áreas industriales, comercializamos suelo empresarial y muchas otras actuaciones encaminadas a fomentar la actividad emprendedora y la consolidación del tejido empresarial.
Lo cierto es que la oferta es amplia y no dejamos de adaptarla a las cambiantes necesidades de emprendedores y empresas.
-¿Cuáles son las demandas más habituales de las empresas, qué servicios requieren?
-Lógicamente, las necesidades son diferentes en función del tipo de empresa, del sector, de su antigüedad y, sobre todo, de la situación en la que se encuentre.
Los últimos años de crisis han supuesto que existan nuevamente muchos emprendedores «por necesidad» a los que hay que trasladar en lo posible las habilidades principales para que su iniciativa perdure en el tiempo.
En los tiempos que corren, muchas empresas necesitan mirarse internamente y definir un plan de acción que les permita mejorar su competitividad, reducir costes, buscar nuevos mercados, replantear estrategias, etc. Por eso se ofrecen servicios de «Alerta temprana» y «Acompañamiento a empresas en dificultades».
Todo lo relativo a la financiación de proyectos también es muy demandado. La situación de «parón» en el mercado financiero hace que, cada vez, sea más necesario poner en marcha programas de apoyo económico como: ayudas para crear nuevas empresas, préstamos, participación en capital, ayudas para renovar comercios, ayudas para desarrollar producto innovador…
El asesoramiento y la formación es básica para aquellos emprendedores que quieren salir al mercado analizando en profundidad su idea y, por consiguiente, minimizando riesgos.
-¿Qué nivel de emprendimiento y de creación de empleo se calcula actualmente en la zona de influencia de Gijón?
-En los últimos años de crisis ha habido un incremento muy notable del número de emprendedores. Actualmente tenemos más empresas que las que había antes de la crisis (lo cual demuestra que las políticas de desarrollo local están dando sus frutos), aunque lamentablemente todavía generen menos empleo porque durante la crisis han perdido tamaño para sobrevivir y porque el marco macroeconómico actual provoca que el grado de confianza empresarial esté por los suelos.
Gijón, no obstante, mantiene una actividad emprendedora importante y siguen siendo muchos los promotores que arrancan con actividades muy interesantes y exitosas.
Gijón tiene los mimbres para emprender: una cultura emprendedora mayor a otras ciudades similares, unos centros formativos de alto nivel que incluyen un campus universitario, unos espacios adecuados y unos programas que ayudan a emprender.
-En el último estudio de Cotec se presenta la Milla del Conocimiento como modelo de sistema local de innovación, articulado en torno al Parque Científico Tecnológico. ¿Qué importancia tienen estas instalaciones y sobre todo ese sistema de trabajo integrado, especialmente en el contexto de crisis actual?
-La denominada Milla del Conocimiento de Gijón es un espacio singular, un «ecosistema» de innovación que agrupa en un mismo territorio a Administración, Universidad y Empresa. Es un modelo denominado de «Triple Hélice» que provoca sinergias y permite el desarrollo acompasado de los distintos agentes que participan. El informe COTEC concluye que «todos los agentes de la Milla han colaborado con alguno de sus vecinos» y que la mayoría de esos acuerdos son recurrentes. Es destacable que dicha colaboración hace que los agentes sean más potentes, más competitivos y puedan afrontar con mayores garantías proyectos de más envergadura en el contexto nacional e internacional.
El Parque Científico de Gijón es uno de los motores de la economía local ya que cuenta con casi 2.300 empleados y supone una cifra de negocio superior a los 1.000 millones de euros.
-Tras dos décadas trabajando en la promoción empresarial, ¿cuál es el balance del recorrido del Centro Municipal de Empresas?
-El Centro Municipal de Empresas de Gijón ha estado presente y ha participado en el nacimiento de un buen número de iniciativas empresariales en Gijón. Muchas han tenido muy buenos resultados y, a día de hoy, vemos cómo se han consolidado.
Hemos generado proyectos que siempre han intentado dar respuesta a las necesidades de emprendedores y empresas de cada momento y hemos puesto en el mercado múltiples espacios para empresas. En el caso del «techo empresarial» hemos pasado de unos inicios con 1.400 metros alquilables en Cristasa, una antigua fábrica rehabilitada, a los casi 13.000 metros que existen en la actualidad y para finales de 2013, con la ampliación del edificio Asturias (dentro del Parque Científico Tecnológico de Gijón) y otras 4 naves nido (Polígono de Roces-Porceyo) se superarán los 14.000 m2.
-¿Qué retos y acciones plantean para el futuro?
-Para el futuro, nuestros objetivos pasan por contribuir a que las empresas gijonesas soporten mejor la crisis y a que algunas salgan incluso fortalecidas de la misma; regenerar el tejido productivo local, fomentando el nacimiento y consolidación de iniciativas empresariales de alto valor añadido; por último, ampliar el Parque Científico Tecnológico y reforzar las interrelaciones entre los agentes integrantes de la Milla del Conocimiento, para que siga creciendo la economía del conocimiento en nuestro municipio.