Forma parte de la Selección española y es la máxima referencia del rugby femenino en Asturias. Su entrada tardía en este deporte no le ha impedido destacar con luz propia en una práctica todavía muy desconocida en nuestro país.
Berta es de Luanco y reside desde pequeña en esta tranquila localidad costera. Tal vez el lugar ideal para que esta asturiana cargue pilas, ya que su calendario deportivo es ajetreado y la hace viajar muy a menudo: Entrena y compite en la liga nacional de rugby femenino integrada en el equipo Crat-Universidade da Coruña, en el que se encuentra muy a gusto y al que conoció cuando realizaba sus estudios de INEF en esta ciudad gallega. A su vez, en Gijón, entrena al equipo femenino del Gijón Rugby Club y aún le queda tiempo para viajar con la Selección Nacional.
-¿Qué hay de apasionante en el rugby, un deporte tan desconocido en Asturias?
-Se es reacio a él por desconocimiento, yo le diría a la gente que vaya a ver un partido o que pruebe en algún entrenamiento, porque cambia totalmente la visión que tienes de él. Es verdad que es un deporte de contacto, como muchos otros, pero aquí el juego limpio es lo más importante, uno de los principios del árbitro es la seguridad y siempre hay mucho respeto ante el rival.
-¿Cómo te dio por el rugby?
-Yo hacía atletismo y cuando lo dejé pensé en empezar en otros deportes. Estaba estudiando en La Coruña y una amiga se apuntó a rugby, así que un día me animé a probar. No conocía absolutamente nada sobre este deporte y no me acuerdo demasiado de ese primer día, pero sé que me dieron el balón y eché a correr. Me querían para el equipo por ser rápida, y ahora juego de ala, soy una finalizadora.
-¿Cuál ha sido la mayor alegría de tu carrera deportiva?
-He tenido muchas, pero en el año 2010 ganamos el campeonato de Europa de Rugby XV, el campeonato de Europa de Rugby Seven y el Mundial universitario, ese año fue muy bueno. Y a finales de 2012 fuimos a las finales de la World Series Seven de Dubai y quedamos terceras.
-¿El mayor reconocimiento que te han hecho?
-Cuando volví a Asturias después de haber estado en A Coruña me sentí muy apreciada, todos los equipos me valoraban. Estuve primero con el Belenos, con el que me encontré muy bien, luego vine a Gijón donde también me recibieron estupendamente. Eso lo guardo con mucho cariño.
«En el rugby el equipo es lo máximo, tú tienes que hacer lo mejor y no trabajas solo para ti, trabajas para todos»
-¿Lo mejor y lo peor de este deporte?
-Lo mejor, vivir en torno a este mundo. Cuando llegas a un equipo te enganchas por los entrenamientos, los terceros tiempos, la relación con tus compañeras con las que tienes una gran amistad… Se dice que los verdaderos amigos que se conservan son los del rugby. El equipo es lo máximo, tú tienes que hacer lo mejor y no trabajas solo para ti, trabajas para todos. Lo más duro: que haya tan poca gente que lo practique. Yo ahora entreno a un equipo de niñas en Gijón a las que les gusta, pero no puedo darles partidos porque no hay donde ir a jugar, no hay una liga en Asturias.
-Tienes varios frentes abiertos ¿qué objetivos te marcas en cada uno?
-Con las chicas de Gijón sería participar en una liga a nivel regional, pero en Asturias de momento no hay equipos suficientes para ello. Así que de no conseguir una liga asturiana querríamos competir en la del país vasco o en la de Castilla y León. Estamos en trámites para conseguirlo y yo creo que va a ser factible.
En cuanto al equipo de Coruña, llevábamos dos años siendo subcampeonas de España y este año el objetivo era ganar la liga nacional, pero no ha sido posible.
Y a nivel de selección, este año está la clasificación para el mundial de rugby XV y jugamos en Madrid en abril. En 2006 conseguimos clasificarnos y fue una experiencia increíble que me gustaría repetir. Otro objetivo importante es el mundial de rugby Seven en junio.
-¿Qué futuro tiene este deporte en España?
-A nivel nacional no es muy conocido, pero a nivel internacional sí, y España está en las competiciones. Yo creo que va a haber un salto de volumen de practicantes, porque en 2016 la modalidad de rugby Seven va a tener categoría olímpica, y esto va a permitir un salto de calidad, más gente lo verá por televisión y habrá más practicantes.