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jueves 28, marzo 2024

‘La clave del éxito es saber sufrir’. Dani Navarro. Ciclista profesional

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Su abuelo es su fan número uno y el culpable de que Dani haya escogido el ciclismo en vez de otra disciplina deportiva. Sin duda la elección ha sido acertada. El joven que antes trabajaba sin descanso para Contador en el Saxo-Bank disfruta ahora de su nueva posición como uno de los líderes del Cofidis. Los buenos resultados están llegando, y esperemos que los mejores estén todavía por llegar. 

La suya fue una decisión casi familiar. Cuando le preguntaron si prefería el balón de fútbol o la bicicleta, Dani Navarro no se lo pensó. Tenía un referente muy cercano, su abuelo, que corrió de forma no profesional con los grandes de su época, como Jacques Anquetil. Así que muy pronto el culotte, el casco y la bici pasaron a ser sus mejores amigos, estrenándose en el Club Las Mestas de Gijón, su ciudad natal.
– Ya sabes que desde Asturias se sigue tu trayectoria con mucha ilusión.
-Sí, la verdad es que hasta yo me he sorprendido de la temporada que he hecho, empecé muy bien ganando la vuelta en Murcia y luego finalicé el Tour de noveno. Tengo mucha confianza y muchas ganas porque me estoy encontrando bien, creo que podemos hacerlo un poco mejor y también el equipo y los corredores confían más en mí.
-Después de un año tan completo como 2013, ¿qué esperas de la próxima temporada?
-Si igualo lo que hice esta temporada tendría que estar satisfecho, pero hay que ser un poco más ambicioso e intentar hacerlo un poco mejor. Así que por qué no quedar quinto o sexto en el Tour.
-Este año has pasado de ser gregario a ser uno de los que llevan la responsabilidad. ¿Qué cambios te ha obligado a dar?
-En cuanto a la preparación y a entrenamientos ninguno, porque sigo haciendo prácticamente el mismo plan. Pero la mentalización ha sido ya diferente, metiendo un poco más de presión, intentando siempre dar el máximo para no fallar al equipo y a los compañeros.
-¿Cómo sabías que ya estabas preparado para dar ese paso?
-Siempre fui un corredor de muy buen nivel, sobre todo en categorías inferiores, luego coincidió que estuve en grandísimos equipos por lo que había siempre corredores mejores y me tocaba trabajar para ellos, pero en el palmarés ya se ve que respondía. El año pasado, con veintinueve años, me planteé que dar este paso era ahora o nunca. Tenía varias ofertas, entre ellas la de Cofidis que aparte de estar bien pagado me daba la opción de brillar individualmente. Al final elegí esto y de momento me está saliendo muy bien.
-¿Qué has aprendido de la etapa en la que corrías para Contador?
-Sobre todo experiencia, porque te das cuenta de lo inteligente que es en carrera y la sangre fría que tiene. En ocasiones le seguíamos y parecía que nunca tenía un fallo, que nunca estaba mal, y después de un tiempo nos decía que en esa etapa había sufrido mucho. Hay momentos en los cuales lo vas a pasar muy mal, no sólo tú sino también el resto de los compañeros, y hay que saber continuar. Ésa es la clave del éxito porque la cabeza es el noventa y mucho por cien.
-¿Aprender a sufrir es imprescindible para tener éxito?
-Sí, porque en profesionales estamos todos muy preparados y nos cuidamos al máximo. Al final lo que marca la diferencia en los momentos críticos es eso: el que sufre más consigue el resultado.

«Para mí fue un error que en el podium del Mundial no estuviéramos los primeros porque claramente España era muy fuerte»

-¿Te sorprendió la polémica en el Mundial de Ciclismo entre Mínguez, Purito y Valverde?
-No sabemos qué se habló antes ni después del mundial, pero a vista de todo el mundo la selección española no estuvo bien. Tenían que haber jugado otras bazas, quizás trabajar más para Valverde porque era el favorito para el sprint. Para mí fue un error que en el podium no estuviéramos los primeros porque claramente España era muy fuerte.
-¿Hay mucha diferencia entre lo que se vive dentro de la carrera y la información que llega a los espectadores?
-Muchas veces sí porque las interpretaciones que se ven por la tele no son lo que se habla en el equipo. Hay que estar dentro para juzgar lo que pasa en ciertos momentos. Además tampoco se puede contar mucho porque cada uno juega sus bazas, como por ejemplo, la etapa del Tour en la que el Saxo Bank arrancó con abanicos.
-¿Cuál ha sido el momento más difícil de tu carrera deportiva?
-En mi segundo año como profesional pasó todo lo de la operación Puerto. Con veintidós años yo no tenía experiencia ni la adaptación necesaria para estar arriba, y me quedé sin equipo. Al final pude continuar pero estuve a punto de dejar el ciclismo porque no tenía donde correr.
-¿Hay algún puerto asturiano que te guste especialmente?
-Puertos muchos, pero sobre todo hay una zona que me gusta para entrenar de cara a una gran vuelta, y es la zona de Lena, porque tiene puertos largos como el de La Cubilla de casi una hora de subida, o el del pico Gamoniteiro, que se asemeja a los puertos del Tour.
-Si apuestas por los puertos largos imagino que el Angliru no es santo de tu devoción.
-El Angliru es tan duro que ni yo ni ningún profesional vamos porque es imposible trabajar ahí, pero para el espectador es muy bonito. Aunque para nosotros es mucho sufrimiento yo no lo veo mal, porque siempre tiene que haber alguna etapa de cara al espectáculo. Yo lo viví el año pasado como espectador y me encantó, porque desde fuera se aprecia mucho más la capacidad de sufrimiento que tenemos los ciclistas, que subían con unas caras muy desencajadas. En ese momento me hubiera gustado estar encima de la bicicleta.
-¿Con qué competición te quedarías: el Giro, el Tour, la Vuelta?
-El Tour. La primera vez que participé en esa carrera tenía veintitrés años, empecé mal pero luego acabé muy bien, y desde entonces me gusta mucho. Sin menospreciar a las otras, es la mejor carrera del mundo.

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