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lunes 25, noviembre 2024

Nos hacemos mayores

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Los mayores de 65 crecen en la región de forma casi exponencial. El reto de toda la sociedad pasa por una apuesta de envejecimiento activo: vivir desde la salud, potenciando la actividad mental y afectiva. En Asturias, el despliegue de servicios públicos y privados busca que éste sea buen lugar para envejecer.

La población española envejece. La natalidad desciende cada año y empieza a haber más defunciones que nacimientos. Mientras, la esperanza de vida sigue ampliándose: en 2022 será normal que una mujer llegue a los 87 años y un hombre a los 82.
Hoy en Asturias el 23% de la población supera los 64 años, según datos de RegioLab. Y siete de las diez localidades de mayor edad del país son asturianas, según el Censo de Población y Viviendas del INE. Un ejemplo: el 30% de los habitantes del concejo de Valdés supera los 65 años. Los mayores son un grupo de población que poco a poco se va incrementando, y que llegará a ser mayoritario si se mantienen las tendencias actuales. Es un triunfo de la medicina y del estado del bienestar, y también un desafío económico y social, porque cada vez cala más la idea de que envejecer no es jubilarse de la vida. Citando al director de cine Ingmar Bergman, «envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena». Entonces, ¿vivir más será sinónimo de vivir mejor?
Para Mariano Sánchez, sociólogo y coordinador técnico de la Red Intergeneracional del IMSERSO, los tres pilares sobre los que se basa un envejecimiento activo son la salud, la seguridad y la participación. Es envejecer integrados en la sociedad, eligiendo cómo pasar el tiempo: aprender, trabajar, participar en iniciativas de ocio, cuidar a otros… Se trata de adoptar estilos de vida saludables que ayuden a aumentar las oportunidades para una vida mejor.

Las nuevas residencias son espacios diseñados para servir de vivienda alternativa para aquellos mayores cuyo estado requiera un apoyo específico profesional.

En este sentido, en los últimos años se han dado pasos importantes. La Ley de Dependencia fue un gran avance: todo ciudadano, por el hecho de serlo, tenía derecho a percibir una prestación social en una situación de dependencia. Pero la ley nunca se llegó a aplicar completamente, y con la crisis económica el Gobierno empezó por ahí sus recortes hasta dejarla casi sin contenido. En teoría el Estado debe aportar el 50% de gasto público en dependencia, pero en 2012 sólo puso el 21%, y la cifra ya se ha rebajado hasta el 13%. Esta reducción se traduce en que las autonomías pasan a percibir unos doscientos millones menos. Un recorte no sólo económico, sino también de derechos y servicios a los más necesitados que afecta a los dependientes, sus familias, los profesionales, las empresas del sector y a las administraciones autonómicas.
Con todo, es Asturias un buen lugar para hacerse mayores pues, a pesar de «la que está cayendo», parece ser que sí. Esta comunidad se sitúa en el quinto puesto de España en cuanto a desarrollo de servicios sociales, según un reciente informe elaborado por la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales.

Tercera edad


A la hora de elegir, además de la calidad en los servicios, hay que tener en cuenta el ambiente, el clima que se respira en la residencia. Que los mayores se sientan como en casa es uno de los principales objetivos de estos centros geriátricos. ¿Cómo se consigue? Poniendo en marcha terapias individualizadas, personalizando el entorno, permitiendo que los mayores puedan continuar con sus hábitos, flexibilizando los horarios de visita de familiares o amigos para compatibilizarlos con sus jornadas laborales, incluso facilitando que las visitas puedan quedarse a comer con los residentes. Y también ajustando los servicios para que sintonicen con los distintos modos de vida de los mayores, de modo que sean ellos los que elijan, decidan y controlen su día a día. Se busca sobre todo ofrecer calidad de vida, no sólo buenos servicios.
¿Cómo valorar un centro? Hace años que Asturias es pionera en una normativa que obliga a los centros a ofrecer una calidad en los servicios y en el trato a los residentes. Las residencias que pasan por estos filtros reciben la acreditación concedida por la Consejería de Bienestar Social e Igualdad del Gobierno del Principado. Las de nueva construcción ya lo tienen incorporado, mientras que las que ya estaban funcionando están realizando un gran esfuerzo para ponerse al día cuanto antes.
Otro elemento a valorar a la hora de elegir una residencia es su tamaño. Hay quien prefiere residencias pequeñas donde todos se conocen y existe un trato familiar, y otros en cambio prefieren las grandes instalaciones, más parecidas a hoteles, donde también el cuidado y los servicios son exquisitos: un lujo que se merecen a estas alturas de la vida.
Aunque en los últimos años se han desarrollado diversos servicios -ayuda a domicilio, prestaciones económicas, cursos para personas cuidadoras, etc.- los centros residenciales siguen liderando la oferta de servicios de atención a los mayores. El perfil de los usuarios ha ido evolucionando con el tiempo, se ha ido diversificando y la oferta debe ahora responder a todos estos nuevos requerimientos. Es momento de no conformarse con lo que hay, plantearse nuevos retos y seguir avanzando en este camino que aún queda por recorrer.
Espacios acogedoresLos mayores son especialmente sensibles a las características del entorno. Con la edad comienzan los problemas de movilidad, las molestias y en ocasiones hasta la depresión. De ahí la importancia de un entorno equilibrado, higiénico, confortable y seguro; es por esta razón por la que el mobiliario se convierte en un elemento importante dentro de las residencias geriátricas o centros de día.
En los últimos tiempos han aparecido en el mercado productos muy cómodos, seguros, estables que además mantienen una línea estética. Existe una amplia oferta de mobiliario con numerosas posibilidades entre las que se encuentran modelos de sofás, mesas, sillas adaptadas a problemas articulares, falta de autonomía o de movilidad. Camas de última tecnología que pueden llegar a poner a una persona de pie sin el mínimo movimiento del paciente.
La atmósfera acogedora se completa con la luz y la combinación de colores utilizados tanto en el mobiliario como en los suelos, paredes y techos. Se trata de que el mayor se encuentre como en casa, en un espacio diseñado especialmente para él. La accesibilidad y la funcionalidad no están reñidas con un interiorismo cuidado y acogedor.
Wappa SeniorLa Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) ha creado la aplicación móvil Wappa-Senior, un canal de comunicación entre las residencias y los familiares de los internos.
A través del móvil se recibe información diaria sobre las actividades del día a día del mayor, cómo participa en las distintas actividades del centro, cómo ha comido o si ha tenido lugar algún tipo de incidencia. También se informa de las visitas -días y vínculos familiares-, salidas y actividades especiales que se organicen.
Cuando un profesional incluya una información sobre el paciente, saltará una notificación en el móvil o tablet, de manera que podrá realizarse un seguimiento casi en tiempo real.
Wappa-Senior permite también añadir comentarios sobre el plan de atención personalizado y admite mensajes entre los familiares y el personal de la residencia.
Sin duda, se trata de una importante herramienta que estará disponible para las residencias que lo soliciten de manera gratuita en las plataformas digitales App Store y Google Play.

Vivir en casa, pero con ayuda

Más de una cuarta parte de las personas mayores de 65 años presenta algún tipo de dependencia. Aún así, no es razón suficiente para perder calidad de vida. Los servicios de Ayuda a Domicilio ofrecen una serie de prestaciones dirigidas a apoyar y cuidar a personas que dejan de ser autónomas para hacer las tareas básicas de la vida diaria.

Vivir en casa pero con ayuda
Miguel Ángel C. sufrió un ictus cuando tenía 65 años. Le quedó paralizada la parte izquierda de su cuerpo. No podía valerse por sí mismo. Era soltero, vivía solo y apenas tenía recursos económicos. La situación era muy complicada por lo que decidió acudir al trabajador social de su ayuntamiento, que le gestionó un servicio de Ayuda a Domicilio que le permitiera cierta autonomía en su día a día: hacer las tareas de casa (limpiar, cocinar, ir a la compra) y ayudarle en su higiene personal. Hoy, cuatro años después Miguel Ángel agradece «la ayuda en aquel momento tan duro, que me hizo recuperar ánimos y seguir en contacto en mi barrio, con mis amigos. Creo que eso también contribuyó a que recuperase parte de la movilidad».

Las personas que acuden al Centro de Día siguen residiendo en sus casas y se desplazan para hacer distintas actividades.

En el caso de Miguel Ángel la prestación del servicio se realizó a través de entidades públicas, pero existe la opción de contratar una empresa privada -son una mayoría y con una amplia oferta- que de forma inmediata ofrecen éstos y otros servicios. Desde unas pocas horas a la semana hasta servicio de 24 horas, todo depende de la necesidad del demandante.
Una persona se desplaza hasta el domicilio del mayor y puede realizar las tareas del hogar (compras, cuidado de la ropa, limpieza, pequeños arreglos), cuidado personal (higiene y cuidado, ayuda para movilidad dentro de la vivienda, dar de comer, control de la medicación, compañía diurna o nocturna) o ayudar para desplazamientos fuera del hogar (paseos, visitas al centro de salud, gestiones, visitas familiares). Éstas son las necesidades más frecuentes, pero las empresas de ayuda a domicilio incluyen otras como comidas a domicilio, lavandería, servicio médico o enfermería, fisioterapia, logopeda, psicólogo, podólogo, peluquería e incluso asesoramiento para proyectos de adaptación de la vivienda.

La mayor parte de las personas mayores podría vivir en su propia casa si recibiera ayuda a domicilio, complementada con la Teleasistencia y Centros de Día.

Se calcula que la mayor parte de las personas mayores podría vivir en su propia casa si recibiera ayuda a domicilio, complementada en la medida de lo posible con la Teleasistencia y Centros de Día.
La Teleasistencia da la tranquilidad de que el mayor -en el caso de que viva solo-, esté conectado a una central durante 24 horas al día gracias a una pulsera o colgante que lleva encima -emisor/receptor-, que se conecta a su vez con la línea telefónica. En caso de necesidad, la atención es inmediata ya que detrás de esa línea se encuentra un equipo de profesionales sociales y sanitarios que atienden rápidamente cualquier emergencia. Esta opción proporciona tranquilidad tanto a la persona mayor como a su familia.
Los Centros de Día realizan hoy una labor fundamental, ya que prestan atención durante el día a las necesidades básicas, terapéuticas y sociales del usuario, promoviendo autonomía y permanencia en su entorno habitual.
Las personas que acuden a estos centros siguen residiendo en sus casas y se desplazan al centro para realizar las distintas actividades, lo que supone un importante respiro y apoyo para la unidad familiar. Se trata de un recurso intermedio a las residencias que promueve de forma activa la autonomía de los mayores.

Las necesidades más frecuentes de ayuda a domicilio son relativas a las tareas del hogar, cuidado personal y ayuda en desplazamientos fuera del hogar.

Los programas y actividades básicas incluyen mantenimiento y mejora de la salud física, higiene, alimentación, participación activa e integración de los mayores, terapia ocupacional, atención psicológica, manutención si fuera necesario, iniciación al uso de las nuevas tecnologías, animación sociocultural, transporte o cafetería.
Estas actividades potencian la autoestima, y previenen o retrasan el incremento de la dependencia porque activan sus capacidades y su autosuficiencia.
También a las familias les proporciona tiempo libre, descanso y sobre todo ayuda para compatibilizar empleo y cuidado. Algunos Centros de Día disponen también de un equipo de orientación, formación y apoyo psicológico al servicio de las familias.
Gran parte de los mayores prefieren vivir en su propia casa y éstas son algunas de las herramientas que les van a permitir desenvolverse en su entorno.

GerontogimnasiaEl ejercicio es recomendable a cualquier edad, pero especialmente en este tramo de vida es indispensable introducir hábitos y actitudes saludables que ayuden a mantener una mayor autonomía, a prevenir enfermedades o mejorar el aparato cardiorespiratorio. Además fomenta una actitud positiva y ayuda a ver las cosas de forma más optimista ante los problemas y limitaciones propias de la edad.
En muchas residencias el día comienza con una sesión grupal de gerontogimnasia. Y es que si el ejercicio -que ya es beneficioso por sí- se hace en compañía, potencia la sociabilidad y el bienestar de las personas. Pero siempre bajo el asesoramiento de un monitor: antes de empezar cualquier rutina es aconsejable consultar con un especialista que diseñe los ejercicios más adecuados. Pueden ser actividades de resistencia, de fuerza, o de coordinación y movimiento (normalmente se hace una combinación de todos ellos). Hay incluso ejercicios para personas en sillas de ruedas.
Sumado a lo anterior y si las circunstancias físicas lo permiten, es recomendable la práctica diaria de caminatas, estiramientos, flexiones o bicicleta. Una mente y un cuerpo sano sin duda se notan, más a partir de determinada edad.

Miedo a caerse

Algunos geriatras españoles siguen las líneas de investigación iniciadas por expertos médicos norteamericanos que, desde hace unos años, analizan el ‘miedo a caerse’ que desarrollan hasta el 55% de las personas mayores de 65 años.

Miedo a caerse de la tercera edad
Un hombre muy mayor le confiesa un miedo a su nieto: «¿Sabes por qué me sentía tan inseguro en el viaje que hicimos? Porque, por bruto, dejé de tomar una medicina que evita los mareos. No volveré a cometer ese error».
La clave está en la confianza. Muchas personas la pierden al disminuir la fuerza de sus piernas, de su capacidad cardiovascular y por los mareos cada vez más frecuentes. Esta ‘ley de vida’ se presenta como disuasoria de perseguir sueños aún vivos: mantener la vida social, las actividades intelectuales, físicas y socio culturales.
Algunos geriatras españoles siguen las líneas de investigación iniciadas por expertos médicos norteamericanos que, desde hace unos años, analizan el ‘miedo a caerse’ que desarrollan hasta el 55% de las personas mayores de 65 años, según la Consulta Específica de Mareos, Caídas y Síncopes del Hospital del Bierzo, en España.
Una visita a cualquier hospital ilustra parte de esta realidad. Cerca de la mitad de las camas en la planta de traumatología están ocupadas por personas mayores que han sufrido alguna caída, según los asistentes sanitarios. Fracturas de cadera, rupturas de hueso y traumatismos en la cabeza.
Se calcula que entre el 30% y el 50% de las personas mayores de 60 años que viven en sus casas se caen cada año. Cerca del 15% de estas caídas tienen como consecuencia la muerte. Sin embargo, el miedo a caerse no es un producto único de las caídas y de las fracturas, sino también de la fragilidad asumida como una fatalidad.
Antes de alcanzar la vejez, ir a la farmacia, al banco o al médico es una actividad sobre la que la gente no se para a pensar y hace de manera automática. Si para muchos mayores dar un paso se convierte en un movimiento consciente, hacer una gestión puede llegar a producir un estado de preocupación a la hora de desplazarse, capaz de convertirse en un trastorno severo de ansiedad. Por eso, muchos mayores llaman a las entidades municipales y a los ayuntamientos para preguntar dónde contactar con voluntarios sociales que los puedan acompañar.
Ante esto, no podemos permanecer como observadores empíricos del pánico que les paraliza ni poner los medicamentos contra el mareo o los objetos que facilitan la movilidad como la solución a esta situación.
Si gran parte del problema reside en la pérdida de la confianza, no sólo habrá que reforzar la asistencia médica, la educación en la prevención de caídas, el entrenamiento físico y la adaptación de las viviendas, sino también brindar compañía en momentos en los que la soledad no es una opción.
Dice Ernesto Sábato que hacerse mayor es acercarse a la tierra de la infancia. «Así nos es dado ver a muchos viejos que casi no hablan y todo el tiempo parecen mirar a lo lejos, cuando en realidad miran hacia adentro, hacia lo más profundo de su memoria», dice el escritor argentino en ‘La resistencia’. La diferencia entre las dos etapas es que, en la niñez, la falta de confianza es por desconocimiento y, en la vejez, por una serie de pérdidas. El niño adquiere la confianza cuando alguien sostiene su mano y le enseña el camino. Para que no la pierdan los mayores, será mejor no soltar esa mano. /Texto: Carlos Miguélez Monroy. Periodista. CCS.

Seguridad en el hogarEl miedo a la caída se puede superar aumentando la seguridad en el hogar. Muchos de los accidentes serían evitables si las casas estuvieran adaptadas a las necesidades de las personas mayores. Para ello se deberían tomar una serie de medidas básicas como eliminar los cables sueltos en lugares de paso o alargadores, así como las alfombras que no estén fijas. Instalar pasamanos a ambos lados de la escalera, pero también en el baño -cerca de la bañera-, la ducha y el inodoro; poner una alfombrilla antideslizante a la salida de la ducha es otra de las posibles soluciones.
Para garantizar la seguridad hay que revisar también la iluminación de todas las estancias. El dormitorio por la noche es donde más caídas se producen, por ello es recomendable la instalación de lámparas con sensores que se encienden o apagan de forma automática con el movimiento, medida aplicable a otras estancias de la casa.
La cocina es otro lugar de riesgo, por ello siempre ha de estar recogida para evitar tropezones o resbalones. Es importante tener pavimentos antideslizantes.
Algo fundamental es evitar encaramarse o estirarse hacia los estantes altos y nunca subirse a una escalera -para cambiar una bombilla o colgar unas cortinas, por ejemplo-. Lo mejor: pedir ayuda.
Afortunadamente hay muchos cambios que se pueden realizar para mejorar la comodidad y seguridad en las casas de nuestros mayores. Existen empresas y establecimientos especializados que ofrecen asesoramiento gratuito y sin compromiso.
Si a todas estas medidas se le suma una importante dosis de cariño, de cuidado y de atención para que vivan en un ambiente seguro y feliz, su calidad de vida mejorará porque es en esta edad donde más necesitan los refuerzos emocionales para sentirse bien.

Musicoterapia y Alzheimer. Terapia y diversión

Se define la Musicoterapia como la utilización de la música como medio de respuesta para un cambio terapéutico por medio de una relación interpersonal, haciendo el papel de guía o puente que lleva a un contacto terapéutico con uno mismo y con los demás, favoreciendo la comunicación, interacción y tono anímico, el reconocimiento del propio cuerpo y el entorno.
La Música, «ese maravilloso ruido» influye directamente sobre el cuerpo, los sentidos, los sentimientos y emociones, los pensamientos y el comportamiento.
En el enfermo de Alzheimer, en su dimensión fisiológico-corporal, la Musicoterapia estimula el movimiento pautado de la marcha y la orientación espacio-temporal.
En su dimensión cognitiva estimula la atención, la concentración y la memoria remota más que otros métodos, siendo muy efectiva para trabajar la memoria a corto y largo plazo.
En su dimensión afectiva favorece el reconocimiento, mediante la estimulación de la memoria, de los lazos afectivos (dada su tendencia al enquistamiento afectivo) y despierta la sensibilidad más profunda, esa que a veces resulta imposible expresar en palabras. ¿No es cierto que recordamos con especial emoción aquellas canciones que escuchábamos en nuestra juventud y nos traen a la memoria recuerdos entrañables de nuestro despertar a la vida, nuestro primer amor o nuestro primer hijo, evocándolos de manera instantánea cuando los oímos por casualidad?
Hay una conservación especial de la memoria para la discriminación auditiva de tonos, ritmos y melodías, hasta el punto de que enfermos que ya han perdido la capacidad de hablar, pueden volver a tararear una canción aunque sea por la mera repetición automática de sonidos, recuperando la articulación.
Tenemos pues en nuestras manos un fantástico instrumento (nunca mejor dicho) terapéutico de la estimulación cognitiva y de la psicomotricidad, para enlentecer el proceso de deterioro que conlleva esta enfermedad.

Texto: Mª José González Sobejano. Psicóloga.
Publirreportaje
Joca Gerontológico. Innovación en calidad, cuestión de personas

Dado que Asturias es la región más envejecida de España, ya que hay más personas mayores de 65 años que menores de 14, debemos plantearnos el gran reto de darles una buena asistencia de calidad en el terreno sanitario y social.

Fachada del Centro Gerontológico Joca La asistencia Socio-Sanitaria es atender de forma integral a los mayores con alguna enfermedad crónica. Estos enfermos crónicos, los que pueden pagar un Centro Socio-Sanitario lo hacen y los que no pueden, van a urgencias de los Hospitales, donde se les hace todo el protocolo de pruebas, placas, analíticas, están algunos días en el Hospital y luego se les manda a casa. Estos pacientes vuelven a recidivar en 15 días. Y vuelta la rueda a empezar. Si a estos pacientes se les concede la ayuda a la Dependencia vinculada al Servicio se evitaría este gasto tan enorme, que me atrevo a decir que no es sostenible para la Sanidad Asturiana.
En los Centros Socio-Sanitarios estaríamos hablando alrededor de 70€/día, mientras que en un Hospital son más de 600€/día.
Si hablamos de calidad y del grado de satisfacción de los usuarios, estaríamos ante el mayor nivel de calidad, porque somos expertos en ancianos y con una satisfacción bien alta. Y además se evitarían estos recidivas en los Servicios de Urgencias.
Ni que decir tiene, cuando un crónico es intervenido quirúrgicamente, que precisamente por su pluripatología tarda en recuperar, con nosotros lo lograrían a precios más sostenibles y con Rehabilitación incluida. Porque a veces se van de nuestros Centros en ambulancia a hacer la Rehabilitación con 30 minutos de ida y otros 30 minutos de vuelta, teniendo un buen Centro o sala de Rehabilitación.
Bueno, pues asómbrense, porque el 20% de las urgencias de un Hospital la ocupan los crónicos y el 85% de las camas también las ocupan ellos.
Creo que hoy tenemos que difundir la cultura de la CALIDAD. Nuestros esfuerzos, tanto en el Centro Joca, como en el Gerontológico de Ablaña y en el Centro de Día Madala en Oviedo, se dirigen a convencer y comprometer a los profesionales, de forma que incorporarnos a nuestro quehacer diario los conocimientos de mejora de la CALIDAD e intentamos ser capaces de trasladarlos al paciente. Es decir, que los pacientes se sientan receptores de este buen hacer diario (buena comida, buenas terapias, programas y estimulación) en la atención asistencial y la CALIDAD de vida.
En los Centros Socio-Sanitarios de Joca en Argüelles (Siero) y Gerontológico de Ablaña (Mieres), procuramos que la gestión de la calidad sea impecable, marcándonos objetivos y metas para conseguirlo, con reuniones periódicas de los profesionales que integran el equipo multidisciplinar, donde se concretan todos los problemas que el paciente o sus familiares presentan, pérdida o ganancia de peso, incorporación a determinados ejercicios de Rehabilitación con más o menos intensidad o Terapia, etc. Todo esto y montón de ítems más se incorporan a la historia del paciente, que se vuelve a valorar en un mes y así se va evaluando hasta que a los 6 meses ya podemos hablar de avances, logros, o por el contrario tenemos que cambiar la forma de atenderle.
En Joca hay 6 unidades de convivencia. Esto es un nuevo Modelo de Atención residencial.
Pretendemos agrupar individuos con patologías parecidas y sobre todo con el mismo nivel cognitivo (mental). Así, disponemos de 6 Unidades: Demencias leves, Demencias avanzadas, Geriatría, Discapacidad, Paliativos e Ictus.
En cada una de estas Unidades hay 1 comedor, 1 sala de estar y de TV, sala de terapias y fisioterapia. Además existe un jardín de 10.000 m2 aproximadamente con trazado de calles muy cómodo, huertos urbanos, capilla y mucha diversión (juegos de mesa, lotería, hace unos días se hizo el amagüesto…), cocina propia con 3 menús diarios a elegir, cafetería con amplia terraza y muy buenas vistas, etc.
Las habitaciones pueden ser individuales o dobles y existen también apartamentos. Los timbres de llamada son silenciosos de modo que solo queda reflejado en el teléfono de los profesionales y en el sistema informático del Centro. Es una forma de entender y respetar la intimidad de la persona que al fin y al cabo se traduce en CALIDAD.
Porque trabajamos con personas, tenemos como objetivo superarnos cada día en la atención, con Métodos rigurosos, innovación en las actividades de la vida diaria, test y tratamientos admitidos y reconocidos por Sociedades Científicas e innovación. Hace poco el Gerontológico de Ablaña y Gerontológico Joca recibió un premio Nacional sobre innovación, sostenibilidad y Red entregado por el entonces Ministro de Agricultura y Pesca, D. Miguel Arias Cañete y el periódico Expansión. La familia propietaria de los Centros, la familia Suárez Rodríguez, está impulsado una finca para la obtención de verduras y ganadería Asturiana de los Valles, para la obtención de carne que a su vez sirve para abastecer a estos Centros. Además se hizo sidra, donde participaron los usuarios de los Centros. Les invitamos a que la vengan a probar.
Les esperamos con un culín bien fresco.

Gerontológico Joca
Autovía Oviedo-Santander
Salida 28, dirección Pola de Siero
33188 Argüelles – Siero (Asturias)
Tel.: 984 474 747
gerontologicojoca@tusmayores.comFoto: Fusión Asturias

Centro Gerontológico de Ablaña
Puente La Luisa s/n.
(Antiguo Hospitalillo de Hunosa)
33650 Ablaña (Mieres). Telf.: 985.45.66.01
gerencia@tusmayores.com

Centro de Día Madala
C/ Álvarez Lorenzana, 13
33006 Oviedo
Telf.: 984.18.42.12
centrodediamadala@tusmayores.com

www.tusmayores.com

Directorio de Servicios tercera edad
AYDO, AYUDA A DOMICILIO, ATENCION A LA TERCERA EDAD
C/ HERMANOS GRANDA, Nº8
33630- POLA DE LENA (ASTURIAS)
Tfno: 985 497125

BALBONA RESIDENCIAL, CENTRO DE ATENCION A PERSONAS MAYORES
CTRA. AS-17 KM 27,500
33429- BALBONA-SIERO (ASTURIAS)
Tfno: 984 470 001 / FAX: 985 985 191
www.residencialbalbona.es

CENTRO GERIATRICO MORATE
AVDA. DEL CRISTO, 67
33006- OVIEDO (ASTURIAS)
Tfno: 985 238 653
blancogeriatria@gmail.com

DARA, SERVICIOS Y PRODUCTOS DE APOYO AL CUIDADO FAMILIAR
C/ VICTOR HEVIA 34
33012- OVIEDO (ASTURIAS)
Tfno: 984 604 038 / 664 297 168
dara@darafamilia.es 
www.darafamilia.es

GERONTOLOGICO JOCA
AUTOVIA OVIEDO-SANTANDER. SALIDA 28, DIRECCION POLA DE SIERO
33188 ARGÜELLES – SIERO (ASTURIAS)
Tfno: 984 474 747
gerontologicojoca@tusmayores.com 

CENTRO GERONTOLOGICO DE ABLAÑA
PUENTE LA LUISA S/N. ANTIGUO HOSPITALILLO DE HUNOSA
33650- ABLAÑA, MIERES (ASTURIAS)
Tfno: 985 456 601
gerencia@tusmayores.com

CENTRO DE DIA MADALA
C/ ALVAREZ LORENZANA, 13
33006- OVIEDO
Tfno: 984 184 212
centrodediamadala@tusmayores.com 
www.tusmayores.com

GERUSIA S.L. EMPRESA DE SERVICIOS
C/MARTINEZ MARINA, 16 1º B
33009- OVIEDO (ASTURIAS)
Tfno: 985 218 029. Fax: 985 205 657
gerusia@gerusia.com 
www.gerusia.com

HOTEL GERIATRICO ALGAMAR
C/ TENDERINA Nº4
33430- CANDAS (ASTURIAS)
Tfno: 985 871 810
www.geriatricoalgamar.com

HOTEL RESIDENCIA SIERRA DEL ARAMO, CENTRO GERONTOLOGICO PARA LA TERCERA EDAD
PLAZA DE LA CONSTITUCION, 2
33160- RIOSA (ASTURIAS)
Tfno: 985 766 850 / 985 766 106. Móvil: 633 824 301
residenciasierradelaramo@yahoo.es 

PALACIO DE LECEÑES RESIDENCIA DE MAYORES
BARRIO DE LECEÑES S/N
33938- VALDESOTO-SIERO (ASTURIAS)
Tfno: 985 735 531
www.residenciapalaciodelecenes.com

PRA2 COLECTIVIDADES, EL MUNDO DE LOS MAYORES Y SUS CUIDADORES
CAMINO NUEVO 328
33429- VIELLA-SIERO (ASTURIAS)
Tfno: 985 264 538
info@pra2colectividades.com 
www.pra2colectividades.com

RESIDENCIA DE LA TERCERA EDAD ADIA
CAMINO FUENTE DEL ALAMO S/N. MAREO-LA PEDRERA
33390- GIJON (ASTURIAS)
Tfno: 985 168 489

RESIDENCIA GERIATRICA JULIA NIETO
NAON 53
33429- VIELLA-SIERO (ASTURIAS)
Tfno: 984 033 477 / 985 260 093. Móviles: 627 622 010 / 653 926 958
residenciajulianieto@gmail.com 
www.residenciajulianieto.com

RESIDENCIA GERIATRICA PERLORA
LA ESTAQUERA 19-PERLORA
33491- PERLORA, CARREÑO (ASTURIAS)
Tfno: 985 884 719

RESIDENCIA GERIATRICA LA ALAMEDA
AS246-KM. 3,2 (GIJON-LANGREO) Nº4495
33391 MAREO DE ARRIBA (GIJON)
Tfno: 985 887 749. Móvil: 647 791 314
residenciaperlora@hotmail.com 
f-facebook : Residencias Geriátricas Perlora & La Alameda

RESIDENCIA PLAZA REAL, CENTRO SOCIOSANITARIO, HOGAR RESIDENCIA Y CENTRO DE DIA
C/ CAMINO DE MONTEVIENTO 394
33203- SOMIO, GIJON (ASTURIAS)
Tfno: 985 196 369
www.residenciaplazareal.com
f-facebook : Plaza Real Gijon

RESIDENCIA TERCERA EDAD «XANA DEL MAR»
MONTE MORIS
ALBANDI, CARREÑO
Tfno: 985 870 439 / 625 059 180

VITALZHEIMER, CENTRO TERAPEUTICO DE NEUROESTIMULACION
GREGORIO MARAÑON, 19 BAJO DCHA.
33012- OVIEDO (ASTURIAS)
Tfno: 984 187 434 / 618 714 469
majsobejano@gmail.com
www.vitalzheimer.com

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