Termina la austera Semana Santa, la primavera ya está aquí, y los avilesinos salen a la calle a celebrarlo. Las fiestas de El Bollo están declaradas de Interés Turístico Nacional, y cuentan con un amplísimo programa de actividades, en el que destaca por méritos propios la Comida en la Calle.
El Bollo es un bizcocho mantecado, un regalo del padrino o la madrina a sus ahijados en el Domingo de Ramos. En torno a esta tradición nacen, a finales del siglo XIX, unas fiestas que se han asentado en la costumbre avilesina combinando folclore, etnografía, música, deporte, gastronomía… Sobre todo, El Bollo es una fiesta de la convivencia vecinal y la participación popular. La Comida en la Calle, el Lunes de Pascua, supone el montaje de 5 kilómetros de tablero y 15.000 sillas para otros tantos comensales. A esta cantidad hay que añadir en torno a 4.000 jóvenes que se reúnen en el Parque de Ferrera.
Todo Avilés se vuelca en esta comida, que se ha convertido en la más multitudinaria de una serie de interesantes propuestas: los tradicionales desfiles de carrozas, xarrés y carros engalanados, la VI Muestra d’Oficios Tradicionales Asturianos, la VI Feria de Alfarería Tradicional «Villa de Avilés», el Concurso de fabada, la preparación de una Fabada Pantagruélica de 3.000 raciones, la música en directo -Festival de Canción Asturiana, XXIV Encuentro Coral de Habaneras, orquestas, conciertos de folk- y siete eventos deportivos son el alma de un cartel cuyo programa completo se puede consultar en la web aviles.es.