Es inevitable hablar de Ribadeo y automáticamente visualizar el que, sin duda, es su mayor recurso turístico: el Monumento Natural de la playa de Augas Santas, conocida como As Catedrais. A pesar de ser archifamosa, la playa de fina arena y espectaculares arcos rocosos todavía guarda en su interior muchos secretos.
Lo llamativo de su laberíntica formación atrae cada año a miles de turistas, que quieren visitar la que está considerada como una de las playas más bonitas de España. Lógico, dada la belleza de este espacio natural situado en la parroquia ribadense de ‘A Devesa’, que ofrece su mejor cara durante la bajamar. Entonces es cuando se aprecian en su totalidad unas enormes ojivas rocosas hundiéndose en la arena -que recuerdan a arbotantes de una catedral- cuevas marinas, pasillos de arena y pozas creadas con las aguas del Cantábrico.
Este espacio, Reserva de la Biosfera y Lugar de Importancia Comunitaria dentro de la Red Natura 2000, es también de interés para arqueólogos, sobre todo desde que se ha descubierto un horno romano en la zona de Esteiro y un canal picado en la roca similar al que usaban los romanos para aprovisionar de agua las minas. «Sabemos que existían muchas minas romanas que se abrían desde el mar, como por ejemplo ocurre en Gijón y en Salave. Y que, aunque en Galicia no hay ninguna inventariada, toda la zona es rica en minas de oro», explica Manuel Miranda, presidente de la Asociación Mariña Patrimonio, un colectivo que trabaja en la defensa de los recursos naturales de la comarca y que ahora observa con preocupación cómo se puede perder el yacimiento arqueológico. «El horno se destinaba a la cocción de cerámica y hemos encontrado fragmentos de las ‘dolium’, unas vasijas de gran tamaño que se usaban para transportar mercancía. El problema es que el año pasado los temporales destruyeron cerca de la mitad del yacimiento, por eso es urgente intervenir»
En el entorno de As Catedrais se ha encontrado un horno romano destinado a la cocción de cerámica.
La Asociación, junto con otras siete agrupaciones locales, trasladó a la Xunta de Galicia una petición para que procediera al estudio y documentación de las piezas que todavía se encuentran en el yacimiento. «Hemos obtenido una negativa por respuesta, así que ahora les hemos propuesto hacerlo nosotros, y estamos esperando su autorización. Sería una gran pérdida no hacerlo, pues As Catedrais todavía tendría más alicientes para ser visitadas», explica Miranda.
De confirmarse algunos de los datos que señala Miranda, como que «las cuevas naturales existentes en la playa están siguiendo unas vetas de cuarzo auríferas muy similares a las que seguían los romanos para buscar el oro», habría que empezar a plantearse si las caprichosas formas encontradas en este paraje ribadense no son sólo fruto de la naturaleza.
Si As Catedrais es el ariete que introduce el nombre de Ribadeo fuera de sus fronteras, tampoco se queda atrás la Ría de Ribadeo. Las aguas del Eo separan de Asturias a este municipio gallego de 106 km² y 9.163 habitantes, conformando un estuario de gran belleza. La Ría, especialmente en invierno, es el lugar de refugio para una gran diversidad de aves y está catalogada como ‘LIC-ZEPA de la Ría de Ribadeo’; que además forma parte de la Reserva de la Biosfera del Río Eo, Oscos y Tierras de Burón, integrada por siete concejos gallegos y siete asturianos. De ahí que la observación ornitológica sea una de las prácticas más habituales, con la posibilidad de realizar paseos por barco por la Ría y visitas guiadas especializadas para ver las aves.
El extenso patrimonio indiano de Ribadeo es por derecho propio uno de los más interesantes de Galicia. Dos rutas, una urbana y otra rural, permiten conocerlo en profundidad.
La emigración gallega hacia América tuvo uno de sus auges durante el siglo XIX. Se vivió en la mayoría de los casos como un drama, porque separaba a las familias, que veían como alguno de sus miembros se embarcaba rumbo a un destino incierto. Con mayor o menor fortuna, los emigrantes enviaban dinero a casa; algunos, los menos, se hicieron ricos y volvieron a sus lugares de origen por la puerta grande, construyendo viviendas y negocios que contrastaban con la sencillez de las edificaciones existentes. Las casas indianas de la época presentan varios estilos -modernista, tradicional, ecléctico…- siempre haciendo ostentación del triunfo y capacidad económica de sus dueños.
En la capital del concejo, Ribadeo, es especialmente conocida la Torre de los Moreno, por su inconfundible estilo modernista y por su cúpula, visible desde las cuatro esquinas de la villa. También el Barrio de San Roque, donde la mayoría de los primeros emigrantes retornados construyeron sus viviendas en la década de 1870. La Casa de Sela, de estilo tradicional, es de las construcciones indianas más antiguas de Ribadeo; junto a ella, el Jardín de Indianos contiene especies típicas de Galicia junto con otras americanas como araucarias, magnolios, plátanos, y diversos tipos de florales. Para no perderse nada existe una Ruta de los Indianos, que sitúa en el mapa estos y otros lugares de interés: la Casa de Don Clemente, la Casa de El Viejo Pancho, la Calle Rodríguez Murias… Otra opción es hacer una ruta por las parroquias rurales del municipio, que cuentan también con patrimonio destacable. Después de todo, Ribadeo es el municipio gallego con más casas indianas en términos relativos.
Aprovechando todo este escenario arquitectónico, una vez al año la villa viaja en el tiempo hasta principios del siglo XX, recreando con una cuidada ambientación la sociedad del momento. La iniciativa Ribadeo Indiano se estrenó el año pasado con gran éxito: los vecinos se implicaron a fondo, luciendo trajes de época y las diferentes actividades sirvieron para trasladar a los asistentes a otra época, donde la moda y las costumbres estaban claramente influidas por los indianos: música, mercado de productos de ultramar, comidas y bebidas «indianas», visitas teatralizadas por la villa, conferencias, exposiciones, concursos… Este año la propuesta se repite del 10 al 12 de julio, buscando consolidarse en plena temporada alta.
En el mes de julio, Ribadeo celebra una fiesta con la que reinvidica su pasado indiano.
El núcleo ribadense es también conocido por otras muchas razones: una de ellas se aprecia a simple vista, al pasear por sus calles y observar el gran dinamismo comercial que hace de Ribadeo un lugar atractivo, no sólo para los habitantes de municipios cercanos, sino también para muchos asturianos de la zona occidental. Su gastronomía, que hereda lo mejor de la manufactura gallega en los fogones y se alimenta con productos frescos del Cantábrico, complementa una oferta muy extensa para el turismo.
El concepto de tapa está claro: un plato de no más de tres bocados, que preferiblemente se pueda tomar con las manos, sencillo y directo pero impactante. Con esta premisa los establecimientos participantes en la nueva edición de Ribadeo de Tapeo se pondrán manos a la obra, en una cita gastronómica que siempre ha gozado del favor del público. Las fechas, del 7 al 19 de mayo. Los restaurantes presentan sus propuestas, que serán valoradas por jurado y público. Este último decide en las categorías «Mejor tapa», y «Mejor barra», donde el cliente puntúa su experiencia global: estado y ambientación del local, servicio, etc.
A los premios del jurado se une el galardón especial «Tapa de Ribadeo» a la mejor propuesta realizada con productos de la zona y de proximidad, con especial atención a los ingredientes de temporada. En este sentido, Ribadeo de Tapeo es también una apuesta por el trato personal, la economía próxima y el desarrollo sostenible, poniendo en valor a los trabajadores del campo y el mar que proveen de materias primas, y a los cocineros que moldean esos ingredientes para sorprender al paladar.
La experiencia se complementa con un mercado de calle y unas «sobremesas culturales», que proponen actividades infantiles, música, teatro, talleres de cocina, deporte, rutas turísticas, exposiciones… Además se plantean ofertas especiales para una «escapada gastronómica» con descuentos en alojamientos, regalos y actividades especiales.
Abiertos al mar y a la ría
La Ría de Ribadeo y el litoral de este municipio gallego conforman un escenario increíble para la práctica de deportes náuticos. En su promoción tiene una parte muy destacada el Club Náutico de Ribadeo.
La oferta de actividades que ofrece la Ría y su entorno es muy extensa, y contempla desde la inmersión submarina en sus aguas hasta un tranquilo paseo en barca, navegar en kayak, la pesca de caña o cualquiera de los deportes de vela. El entorno es apto para todo tipo de prácticas marítimas, de ahí que el municipio cuente con varias empresas especializadas en turismo activo y deportivo. Además, Ribadeo tiene un puerto deportivo, el de Porcillán, equipado con más de 600 amarres para embarcaciones. «Estamos a la altura del puerto de Gijón, -explica Ramón Acuña, presidente del Club Náutico de Ribadeo-. Y es el mejor de la zona norte de Galicia, por número de amarres, de servicios y de atención». Entre las acciones de esta entidad, encargada de gestionar la marina ribadense, está por ejemplo la propuesta presentada a Portos de Galicia para cerrar la bocana del muelle deportivo que, entre otras cosas, permitiría ampliar el número de plazas de amarre y evitaría problemas causados por las mareas. «Nos han contestado que es viable, pero es una inversión importante y lo tienen que planificar, -cuenta Acuña-. Pero hay otros proyectos ya en marcha. Por ejemplo, ya tenemos todos los estudios y permisos para la implantación de una gasolinera, que se empezará a construir enseguida en la zona de Marina seca». No es la única demanda que desde el Club se plantea a Portos de Galicia. Una de las acciones urgentes es realizar un dragado en el puerto, perjudicado por el incremento de depósitos de lodo y arena, derivados sobre todo de los temporales del año pasado.
Desde el Club Náutico se programan diversas actividades, como la Semana Náutica, en el mes de agosto, con diferentes campeonatos y regatas. La escuela de vela, abierta durante todo el año para socios y no socios, propicia la afición a esta modalidad náutica y a menudo tienen lugar regatas de colaboración con otros puntos del norte peninsular. «Tenemos un hermanamiento con el Club San Balandrán de Avilés, con el que realizamos travesías y jornadas de convivencia. En el mes de julio haremos unas navegaciones hacia Avilés y probablemente también hacia Viveiro». Entre las actividades que organiza el Club se encuentra también un campeonato de pesca de altura, cuya primera edición tuvo lugar en septiembre de 2014 y que, ante el éxito obtenido, volverá a celebrarse.
En el puerto de Porcillán es posible alquilar equipamiento para practicar windsurf, así como embarcaciones de vela latina, construidas según el modelo tradicional de los astilleros castropolenses.
Con este hashtag o etiqueta se promociona Ribadeo en las redes sociales más populares -Facebook y Twitter-, animando a los turistas y ribadenses a compartir su experiencia y sus motivos para recomendar este lugar. Además en la web dan ideas para planificar la visita en función de los días de estancia, y proponen en cualquier caso una lista de imprescindibles: la Playa de As Catedrais, las actividades en la Ría de Ribadeo, las compras de proximidad y la gastronomía. A partir de ahí, se desglosan las muchas posibilidades para hacer, ver, dormir y comer que ofrece este municipio costero.
También puede uno aceptar el sencillo reto de conseguir la Credencial de Viajero. Para ello no hay más que acercarse a la Oficina de Turismo de Ribadeo y mostrar una prueba de haber estado en cuatro puntos concretos: As Catedrais, el pueblo marinero de Rinlo, el faro de Illa Pancha y el Parque etnográfico do Cargadoiro. Quizá parezca mucho, pero en realidad es una ruta que une As Catedrais con la villa de Ribadeo, que se puede hacer a pie, en bicicleta, en coche… Con presentar fotos de estos cuatro lugares, el viajero recibirá su credencial personalizada y numerada, entrará a formar parte del Cuaderno de viajeros/as ribadenses, y conseguirá una Tarjeta 24 horas de Ribadeo, con descuentos y regalos en los establecimientos de la Asociación local de comerciantes.
Más información: turismo.ribadeo.gal
Grupo de Teatro de Ribadeo
Llevan como compañía estable tan sólo desde 2012, pero Toni Deaño, el director del Grupo de Teatro de Ribadeo, afirma que no es fácil encontrar un grupo tan homogéneo y tan implicado. Además de la participación en el proyecto «Buxiganga» para potenciar el teatro aficionado en gallego en la provincia de Lugo, colaboran con iniciativas locales como el Ribadeo Indiano o la Feria del Libro. Aunque ya están preparando su nuevo montaje, aún es posible verles en escena con la comedia de enredos Os Putativos.
-¿Cómo escogen los proyectos para llevar a escena?
-Las obras están determinadas sobre todo por el número de personas que integramos el grupo. Empezamos siendo dieciséis y ahora somos trece, porque gente tuvo que dejarlo por motivos laborales. Por ejemplo, hay muchas más mujeres que hombres, así que nuestra primera obra fue Lisístrata, de Aristófanes, que tiene mucha partipación femenina.
-Os Putativos, de Hugo Daniel Marcos, es su montaje más reciente. ¿Por qué esta obra?
-Primero porque hay muchos papeles, y nos permitía actuar a todos. Además nos pareció muy simpática, un poco atrevida y picante… No deja de ser un vodevil sin grandes pretensiones, que juega a la confusión de parejas, con frases de doble sentido, y yo creo que acertamos porque la gente se rió muchísimo, fue un éxito. También nos interesó porque es una obra sencilla, que no ofrecía complicación para la mayoría de actores, que no tenían mucha experiencia. Gracias a eso ya nos podemos animar a cosas un poco más complicadas, como lo que estamos preparando ahora: El Inspector, de Nikolai Gogol. Esperamos presentarla en el segundo trimestre del año.
«Con Os Putativos hemos estado en Tapia de Casariego, Puerto de Vega y Vegadeo. La gente del occidente asturiano no tiene problemas para entender el idioma porque es muy parecido a lo que se habla ahí»
-El idioma gallego no es problema para representar en el occidente asturiano.
-Con Os Putativos hemos estado en Tapia de Casariego, Puerto de Vega y Vegadeo. La gente del occidente asturiano no tiene problemas para entender el idioma porque es muy parecido a lo que se habla ahí.
-¿Es difícil sacar adelante un proyecto como éste?
-No demasiado, porque hay que pensar que no somos profesionales, así que no buscamos un beneficio económico. Nos gusta actuar, y vamos encantados a donde nos invitan, normalmente por los gastos. Además contamos con la ayuda del Ayuntamiento de Ribadeo y participamos en el programa Buxiganga, que permite a los grupos aficionados actuar por toda la provincia. En cuanto al trabajo diario, lo que más me gusta es que, más que un grupo de actores, somos un grupo de amigos y estamos todos muy compenetrados. Aunque yo sea el director, en realidad hacemos una dirección bastante colegiada y participativa, donde todos aportan su punto de vista.
Junio, sobre ruedas
Buen tiempo y una orografía ideal para disfrutar en moto son claves para que cada mes de junio tenga éxito la concentración que organiza el Moto Club Al Corte, en Ribadeo.
A esto hay que unir la experiencia de este grupo organizador, que transmite su buena sintonía a todos los «moteros» que llegan a este municipio de la Mariña lucense. Este año, las fechas de la concentración serán del 26 al 28 de junio. Tres días intensos, llenos de actividades que incluyen una churrascada, dos rutas moteras, una por la montaña y otra por la costa, una exhibición acrobática del piloto Stunt AV Campos y por supuesto fiestas con Dj para cerrar las noches del viernes y del sábado. Esta última estará precedida del tradicional desfile de antorchas por las calles de Ribadeo, todo un espectáculo nocturno que tiene lugar tras la cena, en la que participan todos los inscritos.
Además de esta gran concentración, el Club volverá a organizar la Sardinada Popular, que este año cumple su séptima edición el día 23 de junio. De su mano están también la Xornada Gastronómica de la Zorza con Patacas y Ovos Estrelados y la Mejillonada, que tiene previsto seguir celebrando.
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