De pequeño le llevaban a ver los partidos al Molinón, donde Abelardo soñaba, como tantos otros chavales, con pisar el campo vistiendo la camiseta oficial. En su caso, lo consiguió: con el Sporting debutó como jugador en Primera División, y con el Sporting ha conseguido grandes logros como entrenador, llevando al equipo de nuevo a Primera. La unidad en el vestuario y la confianza en la cantera han sido claves en este triunfo.
Es una conquista inolvidable, sobre todo por las difíciles circunstancias con las que ha tenido que lidiar como entrenador «El Pitu» Abelardo. Un logro contra viento y marea, con un equipo formado por canteranos, ante la imposibilidad de fichar. Y aún así, sólo dos partidos perdidos, y un ascenso peleado hasta el último minuto, que hizo estallar de alegría a todo Gijón. La impronta y el carácter de Abelardo han sido definitivos a la hora de construir un proyecto ganador y conseguir este «milagro gijonés».
-¿Cómo es este Sporting de Gijón, que acaba de ascender a Primera?
-El equipo es una mezcla de gente muy joven que tuve la suerte de entrenar en el filial, con gente no tan joven que ha salido también de la cantera del Sporting, y con otros futbolistas que han venido de fuera y que también llevan años en el equipo. Hay una mezcla buena y una plantilla joven porque, excepto cuatro jugadores que tienen treinta años o más, los demás están de los veintisiete para abajo.
«La afición es el patrimonio y el alma del Sporting. Hay dieciocho mil socios que hacen que se sustente el club»
-¿Cuál ha sido la fórmula para que esa plantilla haya sido tan competitiva en una categoría dura, como es la Segunda División?
-Esto tendrían que contestártelo los jugadores. Yo intento ser muy intenso en los entrenos porque creo que el futbolista nunca tiene que estar relajado: como se entrena, se juega. Intento ser sincero con ellos y decirles las cosas como son, aunque me equivoque. No soy cabezón ni cierro las puertas a nadie, sino todo lo contrario: quien con trabajo se lo gana, juega.
-En este año que ha sido tan complicado al no poder fichar, el equipo ha demostrado que el dinero no lo es todo. ¿De qué recursos se echa mano?
-Tiramos de ilusión, de gente de la casa y de otros que tenían contrato y que se quedaron. A partir de ahí formamos un buen grupo humano que ante las dificultades se ha unido más. Pasamos meses sin cobrar e incluso a los jugadores se les debía parte de la ficha del año pasado, lo que hizo que tanto jugadores como cuerpo técnico fuésemos una piña. Yo era el primero que pensaba que no íbamos llegar donde estamos, pero los jugadores se lo han ganado a pulso.
Retos como entrenador
-¿Tiene algún entrenador como referente?
-No uno en especial. Tuve muy buenos entrenadores y he intentado quedarme con lo mejor de cada uno. Unos me han aportado en el aspecto ofensivo, otros en el defensivo, y otros en el aspecto humano. Al principio, cuando estaba en el Sporting, me marcaron García Cuervo y Ciriaco Cano en el sentido de que contaban con gente de la cantera. Yo no miro el DNI, me da igual que un jugador tenga los años que tenga, lo que sí cuenta para mí es su rendimiento y su profesionalidad.
-¿Hay algún equipo actualmente que plasme su idea del fútbol?
-Es difícil, todos los equipos quieren jugar como el Barça pero eso es complicado. Personalmente me gusta aprender, me gusta la forma de jugar del Barça, la del Madrid y la del Atlético del Madrid, creo que son tres maneras distintas. Nosotros como equipo nos asemejamos más al Atlético de Madrid: somos fuertes defensivamente, intensos, no damos un balón por perdido y tenemos una comunión especial con la afición.
-¿Qué cambio experimentó al pasar de ser jugador a entrenador?
-Ahora me pongo mucho más nervioso. De jugador era una persona bastante tranquila a la hora de un partido; como entrenador evidentemente tengo mucha más responsabilidad. No es fácil decidir un once y dejar a chavales que se lo han merecido.
«Por muy bueno que sea un jugador, si no se integra en el grupo para mí no merece estar»
-¿Cuándo cree que un jugador está preparado para dar el salto al primer equipo?
-Cuando futbolísticamente lo merece y creo que va a dar un rendimiento acorde. Pero sobre todo tiene que ser buena gente, debe tener valores humanos, cuidarse, ser un profesional. Por muy bueno que sea un jugador, si no se integra en el grupo para mí no merece estar.
-¿Cómo inculcar el amor el fútbol a sus jugadores?
-Se lo digo muchas veces sobre todo a los chavales del filial: como futbolistas somos unos privilegiados. ¿Qué personas hay en el mundo que hacen lo que les gusta y encima están bien remunerados? No entiendo que el futbolista no disfrute entrenando y no me entra en la cabeza que vaya a casa y no vea fútbol. Yo aprendo viendo cómo otros entrenadores plantean los partidos. Los jugadores tienen que aprender de futbolistas que jueguen en su posición.
-¿En qué se traducen valores como la solidaridad y la unidad en el terreno de juego?
-En todo. Eso hace que este equipo sea competitivo. En el equipo no hay ningún jugador que dé un balón por perdido, ahí están las estadísticas de los metros recorridos por cada uno. Nosotros no tenemos a Messis, ni a Cristianos que ganan partidos por sí mismos, por lo tanto el equipo se tiene que matar por ganar cada partido.
-Ha entrenado distintas categorías como cadetes, juveniles, Tercera División, Segunda B. ¿Qué le ha aportado ese recorrido?
-Por ejemplo, entrenar los dos años de Tercera División me ha aportado todo. Cuando estuve en Candás me encontré con chavales que entrenaban tan bien como los que tengo ahora: gente que venía del andamio, de conducir o descargar un camión y llegaban a entrenar a las siete y pico de la tarde dándolo todo, y cobrando doscientos o trescientos euros al mes. Si me hubiesen dado el Sporting sin esa trayectoria previa, las cosas no me hubieran salido tan bien.
Los valores del Sporting
-¿Cuál es la clave para que Mareo funcione?
-Tener un entrenador en el primer equipo que crea en la cantera. El Sporting no puede fichar a diez futbolistas como en años anteriores. Si eso pasa es que estamos haciendo las cosas mal. La primera plantilla tiene que tener un porcentaje importante de jugadores que hayan pasado por las categorías inferiores, para eso tenemos estas instalaciones.
-Fue cantera del Sporting y del Barça. ¿Qué aporta un jugador canterano al equipo?
-En mi caso iba desde pequeñito al Molinón. Imagínate, ser de Xixón y jugar en el primer equipo del Sporting es un sueño. Todos los jugadores son profesionales, pero ese pequeño margen de sentir al Sporting lo tiene la gente de aquí, que haya jugado en las categorías inferiores. Los jugadores de la cantera viven y sienten más la camiseta.
«Iba desde pequeñito al Molinón. Imagínate, ser de Xixón y jugar en el primer equipo del Sporting es un sueño»
-¿Qué valores encarnan el espíritu de Mareo?
-La competitividad y el respeto. Somos un ejemplo para todos, somos la élite de Asturias y no sólo sacamos buenos futbolistas, tenemos que sacar buena gente, respetuosos con el rival y que se comporten bien en el terreno de juego. En las categorías inferiores tenemos que dar ejemplo a todos los equipos. No puede haber un jugador que con catorce años insulte a un rival, merece un castigo. En esto soy tajante porque creo que el Sporting es una escuela donde se tiene que enseñar, pero también se tiene que exigir.
-¿Qué decir de la afición?
-La afición es el patrimonio y el alma del Sporting. Hay dieciocho mil socios que hacen que se sustente el club. He tenido la suerte de tener grandes aficiones, como la del Barça, pero ésta es impresionante.
-De cara a competir en Primera tendrá que tomar decisiones difíciles.
-Sí, alguna decisión desagradable habrá, pero a mí me pagan para tomar decisiones. La Primera División no tiene nada que ver con la Segunda, es otra calidad en cuanto a equipos y futbolistas. Lo importante es acertar y hacer un equipo competitivo. El año que viene no va a ser fácil.
-Es curioso que el mismo año tanto Oviedo como Sporting hayan conseguido el ascenso…
-Es muy importante, un hito para la región, algo que hay que disfrutar. Esperemos que en dos años podamos jugar un derbi con el Oviedo en Primera.