Distancia: 31,8 km
La ruta:
Estamos atravesando una zona de alta montaña, así que hay que tener en cuenta que la climatología es muy variable, incluso en verano. Según la época del año en la que afrontemos el Camino, desde Payares parten dos rutas: en verano por Chanos de Somerón y Erías; en invierno por La Romía Riba y La Frecha. Sea cual sea la vertiente elegida, la recomendación es escapar de la N-630 en la medida de lo posible, tanto por el espíritu del peregrino, que prefiere los senderos al asfalto, como por la peligrosidad de esta carretera, especialmente en la bajada del puerto.
Ambas opciones confluyen en Campumanes, la primera población importante de servicios que encontramos en las dos últimas etapas. Vamos dejando atrás ya la Cordillera Cantábrica y adentrándonos en la vega del río Lena, que da nombre al concejo. De ahí a La Pola y su albergue quedan algo menos de siete kilómetros. Mañana continúa la ruta hasta Vil.layana, última localidad antes de abandonar el concejo de L.lena.
Para no perderse:
Con semejante orografía, no es de extrañar que uno de los puntos fuertes del concejo de L.lena sea la práctica de deportes de montaña. El Camino pasa cerca de la Estación Invernal de Valgrande-Pajares. Aunque la temporada de nieve esté ya terminada, la estación mantiene abierto un telesilla para uso turístico entre mayo y octubre, que funciona en fines de semana y festivos. También en el concejo hay varios puertos de montaña, famosos por la Vuelta Ciclista como La Cobertoria y o el Cuitunigru. Del otro lado del valle, la vista está dominada por el macizo de La Ubiña, protegido dentro del Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa.
Entre Campumanes y La Pola está la Iglesia de Santa Cristina de Lena, una de las joyas del prerrománico asturiano, construida a mediados del siglo IX. El edificio está considerado como Patrimonio de la Humanidad y es, junto a las iglesias del Naranco, una de las imágenes más representativas de la región. Una vez hecha la visita, podemos seguir hasta la estación ferroviaria de La Cobertoria, hoy reutilizada como Aula Didáctica del Prerrománico Asturiano.
Además de este hito imprescindible, por toda la ruta podemos ir visitando diferentes muestras de patrimonio civil y religioso, así como arquitectura tradicional asturiana: en Payares, por ejemplo, encontramos la Iglesia de San Miguel y la Casa de Menéndez Pidal. En Samiguel del Río, la iglesia de San Martín y su característico tejo. En Chanos de Somerón, famoso por sus arbeyos (guisantes), también hay viviendas rurales tradicionales y la iglesia de Santiago. En Erías está la Iglesia de San Claudio, con elementos del siglo XII y la Casa’l Mayorezu.
Si tomamos el camino de invierno, en La Romía Riba podemos detenernos ante Casa Antonia, de estilo barroco popular. En Fierros sobresale la Casona de los Hevia-Campumanes y la Iglesia de San Bartolomé, justo en el Camín Real.
Una vez unidas las dos variantes, en Campumanes encontramos un característico puente medieval, conocido como puente de los romanos, muy cerca del Palacio de Revillagigedo. En cuanto a patrimonio religioso, debe nombrarse la capilla del Santo Cristo y la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, reconstruida a finales del siglo XVIII sobre una ubicación del X.
En La Pola, el Ayuntamiento es un edificio singular inspirado en el pabellón de Asturias para la exposición Ibero-Americana de Sevilla de 1929. También destaca la Casa Natal del poeta Vital Aza, declarada Bien de interés Cultural, y la Casa Benavides o Palacio de los Marqueses de Regueral.