Para conocer Cabranes hay que hacer un viaje en el tiempo. No se puede entender su presente sin asomarse a su pasado y sin lanzar la vista hacia adelante. El futuro se presenta lleno de proyectos, por la apuesta de numerosos jóvenes que han decidido volver a las raíces y retomar la vida en los entornos rurales.
El pasado de Cabranes lo comenzaron a escribir los Cabrangini, los primeros pobladores del concejo que levantaron un castro en La Coroña de Castru y cuyos restos están incluidos en la ruta P.R. AS-147. También destacan construcciones tradicionales asturianas que se pueden visitar recorriendo la Ruta de la Arquitectura Tradicional que parte de Santolaya y recorre todo Cabranes. Otra muestra importante de este pasado reciente son las numerosas casas de indianos y su tradicional arquitectura, que se encuentra sobre todo en Torazo.
Iglesias y ermitas suman su riqueza a la larga lista de patrimonio que se puede encontrar en el concejo. Destaca el templo románico del siglo XII de San Julián de Viñón, declarado Bien de Interés Cultural en el que se pueden apreciar detalles del prerrománico asturiano, y también la iglesia de San Martín y la Capilla de Nuestra Señora de la Sienra, ubicadas ambas en Torazo.
Pero el pasado de Cabranes también es cultura, y en su apuesta por poner en valor su patrimonio, ha creado el Museo de la Escuela Rural en una antigua escuela que fue construida en el año 1908. En ella se muestra una gran colección de mobiliario y material escolar que recorre la historia de la enseñanza en Asturias desde 1911 hasta 1970. Este museo está integrado en la Red de Museos Etnográficos de Asturias.
Si hablamos del presente hay que pasear por los núcleos rurales de este concejo situado en la Comarca de la Sidra y adentrarse en sus valles, montañas y, sobre todo bosques, en los que abundan las especies autóctonas y en los que se pueden encontrar todavía animales salvajes. La naturaleza es un atractivo en este concejo en el que existen diversas rutas que dan a conocer rincones de gran belleza como la Ruta de Peñacabrera que parte de Santolaya y llega al Museo de la Escuela Rural en Viñón, la Ruta de La Coruña de Castru en la que se puede visitar, previa cita, el Museo de la Cerámica Popular Asturiana, la Ruta Fluvial del Río Viacava de gran valor medioambiental y paisajístico, la Ruta de La Cuesta de la Albarda o Camín del Corberu que pasa por un bosque autóctono y, por último, la Ruta variante del Camino Real de Francia, una antigua travesía que une Oviedo con Santander, camino de Francia.
El futuro de Cabranes está asegurado. Los habitantes autóctonos están empezando a convivir con jóvenes que llegan desde otros lugares de la geografía tanto nacional como internacional y que están decididos a apostar por la recuperación de la vida en la naturaleza y las tradiciones. También existen, todavía en fase de desarrollo, varios proyectos empresariales basados en la sostenibilidad y la apuesta por la innovación.
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