Sacar adelante un negocio y ser tu propio jefe no es tarea fácil, aunque es posible con trabajo, perseverancia y tomando las decisiones convenientes en cada momento. En el éxito o no de un proyecto empresarial intervienen muchos factores, algunos a considerar antes de lanzarse a la aventura de transformar tus sueños en realidad, otros a mantener una vez en marcha.
Si poner en funcionamiento el proyecto soñado requiere tiempo y energía, tanta o más dedicación exige la fase previa del mismo. Una vez que ya está clara la idea de negocio hay que conocer la competencia directa, así como estudiar la demanda del mercado para ver si esta se ajusta a lo uno piensa ofrecer. La originalidad y la diferenciación son claves a la hora de destacar y a estas se puede llegar a través de diferentes vías. Por eso se hace imprescindible diseñar y aplicar una buena estrategia de negocio, con objetivos claros a corto y largo plazo.
Si no se dispone de experiencia en el emprendimiento, lo ideal es dejarse asesorarse por expertos que con una visión más amplia puedan ayudar a la hora de aterrizar tus aspiraciones. La ayuda externa puede ser fundamental para tener en cuenta los variados y diferentes aspectos que confluyen en una iniciativa empresarial. Hay que tener la formación adecuada, conocer el o los productos con los que se trabaja pero también saber vender, planificar la inversión, conocer los trámites administrativos, etc. Tan importante como establecer un plan inteligente de actuación es tener en cuenta que un buen emprendedor se arriesga, confía en sí mismo y está abierto a nuevas ideas que pueden llegar de diferentes sectores. Y una vez que establece sus objetivos lucha por ellos, sin perderlos de vista.
Siete puntos para no perder de vista
1. El cliente es la base del negocio
El objetivo prioritario es satisfacer sus necesidades y brindarles el mejor servicio. El éxito de una empresa depende en gran parte del trato que se dé al cliente porque será un reflejo directo de nuestra reputación corporativa. Es necesario establecer una comunicación en la que se tengan en cuenta sus opiniones y reclamaciones y nos permita detectar y corregir posibles errores. Una vez que el cliente está satisfecho es un buen momento para pedir una referencia a incluir en tu web.
2. Muy importante el equipo de la empresa
La diferencia entre una empresa con éxito y otra sin él radica en la mayoría de ocasiones en su capital humano. Un ambiente de trabajo saludable, cómodo, sin tensiones, y en el que los empleados estén motivados y tengan oportunidades de desarrollo incide directamente en la calidad del producto y del servicio.
3. Los proveedores como parte de la red
Para que el modelo de negocio funcione a la perfección hay que tener en cuenta a todos los eslabones de la cadena. Por eso, la relación con los proveedores también requiere de una continua atención. Hay que desterrar la exigencia en plazos poco realistas y el retraso en los pagos, cuando lo que se necesita es una red estable, fuerte y competitiva.
4. Ahora más que nunca, la nota tecnológica
Lograr una buena estrategia de negocio tiene mucho que ver con tener presencia en las redes sociales o con incorporar servicios tecnológicos, como la venta online. Dedicar energía y tiempo a participar del entorno web ya no es una opción, sino un valor añadido imprescindible.
5. La innovación como compañera de viaje
Las empresas creativas, las que buscan siempre cómo mejorar y crear nuevos productos y se actualizan conforme cambia el mercado, juegan con ventaja.
6. Un chequeo periódico augura una buena salud
Controlar los procesos que se desarrollan ayuda a reducir costes y a incrementar la productividad. De ahí que periódicamente se hace necesaria una revisión para analizar el estado de la empresa. Si además, se lleva a cabo a través de certificaciones oficiales, mejor que mejor, pues redundará en una mayor proyección.
7. Aprender de los errores, imprescindible
Los emprendimientos nunca son fáciles y en toda trayectoria se cometen errores, así que cuanto antes se reconozcan antes será posible subsanarlos y corregir el rumbo. Como bien postulaba Steve Jobs: «El fracaso es una de las mayores fuentes de aprendizaje».
Emprendedores en Asturias
El camino del emprendimiento no es fácil, y en tiempos de dificultad económica la tarea es cosa de valientes. Emprendedores asturianos cuentan su experiencia de forma que pueda orientar a quienes sigan su ejemplo.
Judith Naves. Una idea pionera
Platos preparados con carnes de razas autóctonas y presentados en conserva, un proyecto pionero en Asturias. Esta fue la idea que hace dos años prendió en Judith Naves, una joven langreana hija de empresarios y por la cual ya cuenta con varios reconocimientos. El último como Emprendedora de Langreo, y concedido por la administración local por su valentía en momentos tan difíciles. Pero no es el único.
Naves consiguió también el galardón a la Internalización de la Asociación Jóvenes Empresarios de Asturias (AJE) y el premio Valnalón. La empresaria inició su actividad en septiembre de 2015 pero antes tuvo una larga travesía por la burocracia asturiana, «estuve un año y medio arreglando papeleo, todo eran problemas. Como no tengas paciencia y la idea clara se te acaban las ganas de emprender. Hay muchos proyectos que mueren por temas burocráticos, la solución sería tener una ventanilla única donde te informen de todo lo necesario».
La joven langreana destaca que para emprender «hay que tener una buena idea, estudiar bien el mercado, innovar, tener ganas y mucha paciencia»
El proyecto empresarial Astursabor se gestó en el Centro de Empresas de Valnalón, un centro que recomienda a otros emprendedores porque «Valnalón, a diferencia de otros semilleros de Asturias, tiene mucha experiencia». La empresa se estructura en dos partes diferenciadas, por un lado, crían sus propios animales en Las Regueras y luego procesan las carnes en la fábrica de conservas artesanal que se encuentra en la Ciudad Industrial de La Felguera. La distribución de los productos también corre por su cuenta.
La joven langreana destaca que para emprender «hay que tener una buena idea, estudiar bien el mercado, innovar, tener ganas y mucha paciencia. Y también que lo que lleves a cabo se haga con pasión porque si es algo que no te gusta olvídate porque vas mal».
A Judith es posible encontrarla en ferias y mercados tradicionales promocionando sus productos, «soy algo tradicional y me gusta darlo a conocer personalmente. El tema de las redes sociales ahora mismo es fundamental porque si no estás en Internet, no existes, pero a mí me gusta el trato cercano y esa parte -mientras pueda- la llevo yo personalmente».
Iván G. Duque y Alicia Zamora. Una apuesta por la arquitectura sostenible
Hace apenas dos meses Iván G. Duque y Alicia Zamora se alzaron con el XIX Premio Emprendedor del Año ‘Futuro Avilés’, otorgado por la Cámara de Comercio. Aunque el galardón que les ha llevado hasta aquí fue el primer premio nacional de Construcción Sostenible 2013, al construir en Asturias la primera casa certificada bajo el estándar Passivhaus. «Este proyecto se convirtió en referencia de nuestro trabajo, nos especializamos en este camino y nos ha servido como proyección nacional -comenta la arquitecta Alicia Zamora-. A partir de ahí, el estudio era una realidad y un proyecto común en el que nos hemos volcado personal y profesionalmente».
La casa EntreEncinas se ha convertido en la carta de presentación del estudio DUQUEYZAMORA, y el enfoque específico que le han dado a su arquitectura ha sido lo que les ha servido como elemento diferenciador. Están oficialmente acreditados como Certified Passivhaus y como evaluadores de la Certificación Ambiental VERDE de Gbce.
La casa EntreEncinas se ha convertido en su carta de presentación. El enfoque específico que le han dado a su arquitectura les ha servido como elemento diferenciador
Son especialistas en proyectos de edificios capaces de cumplir los más exigentes criterios de consumo energético, medioambientales y de bienestar personal, como son los establecidos en el Estándar Passivhaus, la certificación VERDE y el modelo de Casa Sana. Basta con decir que, de las cuatro viviendas que hay actualmente certificadas Passivhaus en Asturias, tres las han desarrollado desde su estudio. «Los primeros años de formación nos sirvieron para asentar las bases del estudio y darnos más confianza. Resulta bastante evidente que estamos llegando a una situación límite respecto al equilibrio con el medio ambiente motivada principalmente por las actuaciones desarrolladas por el ser humano -continúa Alicia-. La producción de materiales para la construcción de edificios, la construcción de los mismos y sobre todo el uso y mantenimiento de los edificios tiene un peso muy importante y suponen más del 40% de las emisiones de CO2. Por tanto es más que necesario dar soluciones a este problema. Tenemos un margen de mejora muy grande con respecto a cómo se han construido los edificios hasta ahora, solo falta un poco de sentido común. Aparte de edificios energéticamente sostenibles, han de ser edificios en los que resulte más sano permanecer en su interior, es un valor añadido al que nosotros damos mucha importancia».
En base a su experiencia, el consejo que harían extensible a todos los emprendedores que quieran poner en marcha su negocio es que se especialicen en algo que consideren interesante y que tenga futuro. Después ya viene tener claro el objetivo, la constancia en el trabajo, mucho esfuerzo y no perder la ilusión.
Silvia López. El valor de un paso adelante
Llamó a Valnalón para poner en marcha su proyecto y fue la llamada de su vida. La que hizo que una mala noticia dada en un mal momento se convirtiera en una oportunidad y, con el tiempo, en una realidad que da trabajo a tres personas y quién sabe si, en el futuro, a alguien más. Silvia López estudió empresariales aunque siempre quiso hacer algo relacionado con Bellas Artes. Al acabar la carrera hizo un master de Prevención de Riesgos Laborales y la contrataron como técnica de prevención por media jornada en prácticas. Es decir, un contrato precario con el que trabajaba más de lo que debería. En uno de esos cursos que su empresa impartía se cruzó con una persona que necesitaba personal para una empresa de reprografía y se ofreció. Comenzó haciendo fotocopias, encuadernaciones y terminó llevando la parte de diseño gráfico y creatividad.
La empresa de Silvia López, Burlesk, consiguió este año el premio a «Mejor Proyecto» que concede la Ciudad Industrial Valle del Nalón
Diez años trabajando para esta empresa en la que llegaba la primera y marchaba la última hasta que el cuerpo dijo basta. Por sobrecarga de trabajo se produjo una lesión en la espalda que la obligó a coger una baja. Su jefe en aquella época, se presentó en su casa una Nochevieja y la despidió. El año lo comenzó con dos hernias en la espalda y una depresión bastante fuerte. Pero al cabo de dos meses los clientes comenzaron a llamarla pidiéndole cosas y fue ahí cuando Silvia comenzó a pensar en montar su propio negocio en el concejo de Laviana y llamó a Valnalón para diseñar su proyecto: Burlesk, una empresa de reprografía y diseño gráfico. Una iniciativa que el semillero de proyectos de la Ciudad Industrial langreana premió este año por ‘Mejor Proyecto’. Con la ayuda del Proder en noviembre de 2016 se dio de alta y en enero de 2017 comenzó a funcionar. Ahora trabaja igual que antes, solo que con más preocupación y más libertad en la toma de decisiones. «Tengo claro el mantener un nivel de calidad porque, aunque un cliente te pida algo barato, el resultado final tiene que gustarle -comenta Silvia-. Ahora que tengo poder de decisión prefiero tener precios un poco más caros y no bajar la calidad. No quiero entregar un mal producto». Tras los miedos iniciales ha llegado la consolidación y el placer de trabajar para uno mismo aunque eso suponga algo más de esfuerzo.
Fidel Delgado. La innovación como seña de identidad
A finales de 2012, Fidel Delgado junto con otros compañeros crearon la empresa Neoalgae, especializada en el aprovechamiento de las microalgas en diferentes ámbitos. «La idea surgió porque unas personas nos pidieron asesoramiento técnico para un cultivo de microalgas y detectamos una posibilidad de negocio -explica Delgado-. En otros países ya cuentan con una industria muy desarrollada, especialmente en Israel, EEUU y Australia. Así que decidimos lanzar Neoalgae para crear productos de alto valor añadido». La empresa gijonesa empezó creando Vesana, una línea orientada a la alimentación saludable y poco después ha creado su marca de cosmética. «La innovación es la seña de identidad de la empresa, estamos todo el día con productos e ideas nuevas». Neoalgae está dispuesto a mostrar el potencial de las microalgas en diferentes líneas, de ahí que también esté desarrollando aceites destinados a la regeneración de la mácula. «Se ha demostrado que el aceite de antaxantina es muy bueno a nivel oftalmológico y ahora estamos estudiando la mejor forma de administración».
En julio de 2016 la empresa puso en marcha una campaña de crowfunding para lanzar una línea de productos saludables en torno a cremas de verduras enriquecidas con superalimentos. «La experiencia resultó muy positiva -añade Delgado-, porque aunque requiere mucho trabajo y esfuerzo es una forma de que el mercado valide tu idea de negocio».
«La clave es perseverar y trabajar duro. El compromiso con la empresa y la unión de todo el equipo que forma Neoalgae también son muy importantes»
Hace poco pudimos ver a los representantes de Neoalgae recogiendo el premio Impulsa 2017 por su capacidad innovadora y su proyección, un reconocimiento que se suma a muchos otros obtenidos anteriormente. La clave para Delgado es perseverar y trabajar duro. «El compromiso con la empresa y la unión de todo el equipo que forma Neoalgae también son muy importantes. Y luego está el dejarse aconsejar por estamentos como el Ayuntamiento o el Idepa, porque la idea tiene que ser de uno pero los organismos públicos tienen muchas herramientas que te ayudan a hacerla realidad. Nosotros estamos muy agradecidos a las administraciones que nos han servido como punto de apoyo para conseguir los éxitos que hemos tenido».
De momento la empresa sigue creciendo y certificando su calidad con sellos como Bio y Halal. Este último les permitirá acceder a nuevos mercados como el musulmán y crecer en países como Malasia o Irán.
De lo que no se apea esta joven empresa, que ya ha puesto en marcha una planta de producción en Gijón, es de un espíritu aventurero que les hace asumir nuevos retos. Cuenta con diversas patentes y sus productos nacen de los proyectos I+D que desarrollan. «La verdad es que corremos siempre mucho riesgo, ya que estamos en un sector en el que hay mucho desconocimiento y las inversiones son millonarias para una empresa tan pequeña como la nuestra».
Carmen Méndez Blanco. Una aventura rural y tecnológica
Todavía no se ha cumplido un año desde que la ingeniera de telecomunicaciones Carmen Méndez puso a funcionar la Casa de Aldea Chacurro, en el concejo de Castropol. El proyecto en el que llevaba tiempo trabajando consistía en rehabilitar una casona asturiana y ponerla a disposición de los turistas interesados en conocer el ala occidental de la región. «Teníamos esta casa familiar -explica Carmen- y nos planteamos qué podíamos hacer con ella. Lo más fácil era ponerla en venta pero a mí me gusta el tema del turismo así que pensamos en acondicionarla por dentro y convertirla en un alojamiento rural. Castropol es el pueblo de mis abuelos, donde pasaba mis veranos en la infancia, es uno de los pueblos más bonitos del norte, con muchas posibilidades para el turismo. Me encanta que las personas lo descubran y disfruten cuando se alojan con nosotros». La empresaria reconoce que al principio resultó complicado conseguir las licencias y fueron muchas horas de gestiones. Todavía más difícil cumplir las condiciones exigidas para conseguir financiación. «Queríamos optar a una subvención de Oscos-Eo pero no nos daba tiempo a preparar todo el papeleo en el plazo convenido, así que empezamos con recursos propios, lo intentaremos en la siguiente convocatoria». De momento, y tras contactar con Turismo del Principado de Asturias la casona ha entrado en la red de Casas de Aldea (casas típicas asturianas que se alquilan íntegramente). Está catalogada con un trisquel aunque su propietaria confía en continuar arreglándola para ofrecer mejores servicios.
La empresaria reconoce que al principio resultó complicado conseguir las licencias
Para Carmen, la iniciativa no deja de ser una aventura ilusionante que le ha llevado a hacer un master en administración y dirección de empresas y meterse de lleno en la gestión empresarial. «Me apasionan las nuevas tecnologías y me interesa estar a la última. De momento solo estamos en Facebook e Instagram donde aprovechamos para promocionar los eventos que hay en la zona. Es una forma de captar clientes de forma gratuita, y procuro publicar todos los días o al menos varias veces a la semana». El tener presencia web se lo planteará más adelante cuando haya recuperado parte de la inversión, aunque sí que considera importante aparecer en otras plataformas de alquileres. «Es una forma de tener visibilidad y gracias a ella ya tuvimos clientes procedentes de Francia, Miami o Alemania».
La idea de negocio
La primera web
La puesta en marcha de una página web para dar a conocer y promocionar los servicios o productos de tu empresa requiere de unos pasos previos fundamentales. Hay varias preguntas que debemos hacernos antes de ponernos manos a la obra.
1. Lo primero a cuestionarse es qué quieres conseguir con tu página web, porque tener presencia en Internet no es suficiente cuando lo que se quiere es convertir la página en una herramienta de negocio que permita aumentar las ventas.
2. Una vez claro el objetivo hay que plantearse qué vas a mostrar y a ofrecer en este escaparate. Es necesario explicar nuestros productos y servicios, resaltando aquellos aspectos que nos diferencian de otros competidores, así como detalles de la gestión que interesan a los potenciales clientes: precio, tiempo estimado de entrega, contacto para dudas frecuentes, etc.
3. El tercer aspecto tiene que ver con la forma de llevarlo a cabo. Tal vez, la primera dicotomía a solucionar reside en decidir si uno mismo creará su propia web o pedirá ayuda especializada para sacar adelante el proyecto. Son muchos los expertos que advierten que hacer tu propia web para ahorrar costes al final puede resultar muy caro.
Sí es verdad que existen infinidad de programas que permiten hacer la web de manera fácil y económica, pero hay que tener en cuenta que muchas de estas plataformas gratuitas no facilitan un buen posicionamiento SEO a no ser que se tengan amplios conocimientos de programación. Ser tú mismo el creador es posible, pero ten en cuenta que serán necesarios ciertos conocimientos previos y sobre todo algo de tiempo.
Elijas una u otra opción recuerda que la página tiene que ser atractiva, debe transmitir la esencia de tu negocio, con mensajes claros y legibles. El contenido es importante y la información de texto debe ir acompañada por imágenes o esquemas que ayuden a la lectura. Es mejor un diseño sencillo y de fácil acceso que uno recargado, saturado de contenido multimedia que pueda acabar con la paciencia del cliente si la página tarda en cargar. Los usuarios quieren encontrar con rapidez lo que están buscando y poder contactar con la empresa en caso de necesitar información, así que imprescindible comunicar un e-mail y un teléfono de contacto. Nunca se puede olvidar que atender bien a un cliente es empezar con buen pie una relación que será clave en el desarrollo de la empresa.