El actual Consejero de Educación y Ciencia llegó al cargo el pasado agosto manteniendo una clara vocación de continuidad. El que fuera anteriormente Viceconsejero de Ciencia y Tecnología, sabe que tiene una tarea complicada entre manos: la enseñanza es un tema que afecta a todo el mundo, más aún cuando se presenta como una solución para salir de la crisis. Además, el nuevo Plan de Ciencia y Tecnología busca equiparar a Asturias con la media nacional en I+D+i.
-Recientemente se ha hecho pública una evaluación del Ministerio de Educación, en la que se presenta un diagnóstico por Comunidades Autónomas. Las dos mejor paradas son Asturias y La Rioja. Los números son buenos pero ¿en qué hay que mejorar?
-Siempre hay que mejorar. Por ejemplo en el caso de Asturias hay un indicador que yo creo que es muy bueno: tiene que ver con el abandono escolar temprano, y en este caso estamos en parámetros de alrededor del 15%. No obstante la estrategia para toda la Unión Europea es que sea el 10% en 2020. En esa línea tenemos que seguir trabajando, como venimos haciendo pero con un mayor énfasis, con nuevas ideas y planificaciones.
-Algunos sindicatos han calificado de desastrosa la planificación educativa de este curso; más alumnos, menos profesores, menos oferta formativa, menos apoyo… ¿Cómo responde a las críticas?
-Yo comento lo que me han trasladado los responsables de la Consejería que llevan aquí mucho tiempo; y lo que dicen es que seguramente este inicio de curso, que no es que sea mío porque ya estaba planificado, ha sido uno de los mejores desde que tenemos las transferencias. Yo creo que la planificación ha sido correcta, y posteriormente los directores de los centros de primaria y secundaria han hecho una labor importante, para que el inicio de curso se haya realizado sin problemas. Por lo tanto, y referente al ruido que han manifestado los sindicatos, que están en su derecho, creo que el inicio de curso pone de manifiesto la madurez de la sociedad asturiana, y lógicamente del sistema educativo en Asturias.
La Consejería tiene que disponer del profesorado necesario para todas las aulas, y ahí se ha actuado con los profesores funcionarios disponibles y haciendo las convocatorias correspondientes, sacando las vacantes existentes a finales de agosto para que el día 1 de septiembre todos los centros tengan asignados los profesores correspondientes. El proceso que se realiza todos los años es que todas las semanas se van sustituyendo las bajas o alguna vacante adicional, y eso se ha hecho.
“Desde el punto de vista del derecho administrativo, no hay base legal para convocar plazas de oposición a profesores de llingua”
-Hace poco se ha presentado un recurso judicial relativo a la gestión del personal. ¿Estamos asistiendo a una “judicialización” de la enseñanza?
-Éste es un problema, y a mí me gustaría que en este tipo de cuestiones todos pusiéramos buena voluntad, sobre todo teniendo en cuenta que incluso los propios sindicatos manifiestan a veces que hay resoluciones judiciales que no tienen sentido en cuanto a su aplicación práctica. Yo creo que las administraciones tenemos que adaptar las sentencias para que el proceso sea cada vez más transparente y más objetivo; pero también tenemos el problema de la agilidad, para que las aulas tengan los profesores correspondientes.
En un estado de derecho todo el mundo tiene potestad para protestar, no seré yo quien se oponga, pero creo que tenemos que llegar a acuerdos entre las administraciones, los centros y los representantes de los trabajadores, cediendo todos en nuestras pretensiones. No podemos trasladarlo todo a la vía judicial porque en muchas ocasiones eso puede perjudicar al final; y en otros casos la resolución se aplicará el año que viene.
En este caso concreto la Consejería ha optado por mantener el criterio de todos los años, y no readjudicar, como nos pedían los sindicatos. En el sistema educativo no solamente están los profesores, funcionarios e interinos, sino también los niños, los padres y toda la sociedad, así que hemos primado la educación y por lo tanto la agilidad para que esos profesores estén contratados desde el primer momento.
-La contratación de profesores de llingua es un problema, dada la falta de titulaciones oficiales. ¿Es un problema sin solución, al menos a corto plazo?
-Nuestros datos muestran que hay un incremento aproximado del 56% en la enseñanza de la llingua en los centros públicos, mientras que en la concertada está alrededor de un cinco o un seis por ciento. Según estos datos, nosotros estamos contratando periódicamente cada año a los profesores que deben impartirla. Desde el punto de vista del derecho administrativo, no hay base legal para convocar plazas de oposición para la llingua. Lo que estamos haciendo es facilitar que los profesores capacitados para dar llingua lo puedan hacer, y esperemos que en el futuro se pueda plantear esa convocatoria. Pero de momento no es posible: no es una cuestión del Principado de Asturias, sino del propio Ministerio de Educación.
-Formación, cultura del conocimiento o I+D+i, son conceptos que aparecen constantemente cuando se habla de dar respuesta a la crisis. ¿Son realmente la solución?
-En primer lugar yo creo que en una situación de crisis como ésta, a nivel internacional, seguramente no existe la solución perfecta a un problema. Pero voy a referirme a un ejemplo tradicional: Finlandia en el año 1990 tenía un 20% de paro, y el gobierno en aquel momento apostó por la educación, por la enseñanza superior y por la investigación y el desarrollo. Y ahora Finlandia es un ejemplo a seguir, es un país de referencia. Evidentemente nosotros tenemos nuestras peculiaridades, pero en mi experiencia creo que se han desarrollado tres elementos fundamentales, además del sistema educativo: en primer lugar, una red de centros tecnológicos, sectoriales, en los que están implicados las empresas. En segundo lugar se ha planteado un Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación muy sólido, que estamos evaluando en este momento y estamos a su vez lanzando el próximo. Y en tercer lugar, ha habido un apoyo importante a la Universidad, como eslabón final desde el punto de vista de la formación superior.
“Estamos planificando un buen sistema de ciencia y tecnología en Asturias que acompañe cada vez más al dinamismo necesario de las empresas”
-¿Cómo marcha la elaboración del nuevo Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación de Asturias 2010-2014, en un marco en el que la ministra Garmendia ha presentado un presupuesto parecido al presente año para el ejercicio 2011?
-Nosotros estamos en este momento con el nuevo Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación, a la vez que evaluamos el anterior. Hasta ahora la pauta desde su inicio hasta el 2009 es que ha habido incrementos importantes en el presupuesto, mientras que en 2010 hemos sido de las pocas comunidades autónomas que lo han mantenido. Tenemos que ver las previsiones para el nuevo Plan, pero partiremos de la situación económica que tenemos en este momento, y luego iremos incrementándolo en la medida en que la situación vaya mejorando. Todo esto de acuerdo con los planes de la Administración General del Estado y del séptimo Programa Marco, porque no estamos solos y es obvio que tenemos que trabajar conjuntamente.
-Aunque todavía no llegamos a la media nacional, las cifras de I+D+i son positivas. En cualquier caso, el Principado ha apostado decididamente por este campo. ¿Cuándo empezaremos a ver los frutos?
-Los datos del INE de 2008 nos dicen que la inversión en I+D+i de acuerdo con el producto interior bruto de Asturias es el 0’97, mientras la inversión a nivel nacional es el 1’32 para ese mismo año. Ahí, como se ve, hay una diferencia. Pero quiero hacer una consideración, y es que tenemos que ser rigurosos a la hora de plantear ese tipo de datos, porque hay empresas del sector del turismo o la construcción que no contabilizan en I+D+i, pero sí forman parte del producto interior bruto; y también hay empresas que están operando aquí pero tienen su sede en Madrid o en otros sitios, y obtienen el PIB de toda España. Y por otra parte hay que tener en cuenta que en esos datos están todos los centros que el Estado tiene a nivel nacional, sea en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas o de otro tipo, y cuya mayor parte está en Madrid, Andalucía o Cataluña. Esto ya desvirtúa esos datos.
Sin que estas cuestiones sirvan como excusa, creo que en Asturias estos últimos años se ha hecho un esfuerzo importante en el que tenemos que seguir.
-¿En qué líneas se está trabajando?
-Hemos trabajado coordinadamente con la FADE y con los sindicatos, hemos trabajado bien a través de la Universidad, y tenemos que seguir en ese camino, porque la I+D+i es el futuro. Y algunas empresas ya están obteniendo frutos, bien porque han participado en algún proyecto, bien porque han integrado personas que han hecho la tesis doctoral, lo que evidentemente se manifiesta en una mejora de la competitividad o de la productividad. También hay empresas tecnológicas que empiezan a tener cierto éxito, aunque en I+D+i no se puede pensar a corto plazo y requiere un largo proceso de consolidación.
Por lo tanto yo creo que, dentro de la austeridad y el rigor, hemos sido sensatos, estamos planificando un buen sistema de ciencia y tecnología en Asturias, que acompañe cada vez más al dinamismo necesario de las empresas, tanto desde el punto de vista de hacer I+D+i como de participar en proyectos a nivel nacional e internacional. Yo soy optimista, y quiero agradecer a toda esa gente que ha colaborado con nosotros e invitarles a que sigan lanzando propuestas, incluso a riesgo de equivocarnos, porque el que no se equivoca es el que no hace nada y por lo tanto nunca acierta.
“En primer lugar, creo que la educación es el soporte de cualquier sociedad moderna. En la medida en que tratemos de planificar una educación coherente y de excelencia, los problemas que tenemos en este momento, y que tendremos en un futuro, se resolverán. Esto es así mucho más en el siglo XXI, cuando la mayor parte de los empleos van a exigir cada vez una mayor formación. Desde el punto de vista del Gobierno de Asturias tenemos que pensar en lo que ha ocurrido en estos últimos diez años: nos hemos comprometido fuertemente con la educación. En Asturias, en las zonas rurales, cuatro alumnos hacen una escuela; tenemos programas para apoyar la educación en matemáticas, en lengua, en bilingüismo, en nuevas tecnologías… Es cierto que en épocas de austeridad tenemos lógicamente que priorizar determinadas situaciones, pero nosotros seguimos haciendo todo el esfuerzo posible”