El músico asturiano presenta ‘Dobleces’ (Algamar), un trabajo que hace honor a su nombre en varios sentidos: un disco doble, mitad en castellano y mitad en asturiano, como signo de su compromiso con la llingua.
-Tu primer disco fue “La vida de alquiler” en 2004. ¿Cómo ha cambiado el Alfredo de entonces frente al que acaba de publicar “Dobleces”?
-Pues ha cambiado mucho. Por el medio ha habido un par de discos más, y todos han ido evolucionando del cantautor de “La vida de alquiler” a lo que podríamos llamar rockautor de ahora. Y sobre todo he madurado, no sé si como persona, pero sí como músico.
-¿Dónde nace una buena canción?
-Puede nacer en un titular de periódico, o en una resaca larga, o en una noche que no se acaba nunca… Suele empezar por algo que enciende mi piloto sentimental, pero después requiere mucho trabajo para darle forma y sobre todo cantarla delante de gente, porque una canción no es canción hasta que no la ofreces al público.
-¿Asturiano o castellano?
-Pues los dos, porque son los dos idiomas que yo hablo habitualmente, dependiendo del contexto. Para mí son dos lenguas que conviven, pero como el asturiano no está tan normalizado, si grabando canciones de pop-rock en lengua asturiana puedo aportar mi granito de arena, pues ahí me pongo.
“Si grabando canciones de pop-rock en lengua asturiana puedo aportar mi granito de arena a la normalización, pues ahí me pongo”
-Las colaboraciones son importantes en este disco. ¿Qué destacas de las aportaciones que has recibido?
-Fabián y yo ya habíamos cantado juntos esa canción, y siempre me ha parecido un tema muy suyo, que le va muy bien. Para mí es el mejor cantautor de mi generación, junto con Pablo Moro, Carlos Madrizo o Manolo Tarancón, por decir unos cuantos.
Quique González es también amigo, y seguramente el mejor escritor de canciones de la actualidad, junto con Nacho Vega. Es un tipo que llena teatros en todo el país, pero no tiene ningún inconveniente en cantar en una lengua minoritaria. Además se defendió muy bien, venía con la canción muy estudiada y se implicó como si fuera suya.
-¿En qué ha marcado tu forma de pensar el hecho de haber nacido en las cuencas?
-La gente de aquí hablamos del “turonismo”, hay un compromiso social muy elevado. Yo desciendo de las generaciones que han hecho toda la lucha de la minería, mi manera de pensar viene directamente de ahí. Y actualmente he vuelto a vivir en Turón, con lo cual imagínate.
-¿Un mensaje para estrenar el año?
-Vamos a ser optimistas: la noche tiene un final, y la parte más oscura es justo antes de que amanezca. Vamos a pensar que nos va a ir bien, y que tendremos un 2012 al menos semi luminoso.