El primer equipo de fútbol americano de Oviedo nace con fuerza, buscando su hueco en el panorama nacional.
Nada que ver con el rugby ¿eh?», advierte Aingeru Duarte: «el balón tiene una forma parecida, y la finalidad en ambos juegos es llevarlo al final del campo, pero el método es completamente diferente». Es una aclaración lógica cuando se habla de un deporte que a todo el mundo le suena de las películas, pero del que poca gente conoce las reglas. El propio Aingeru se trajo la afición a Asturias hace unos diez años, cuando se mudó aquí desde Valencia. Tras participar en la creación de los Gijón Marines, que ya juegan en la liga nacional, hoy es vicepresidente y entrenador de los Madbulls, un equipo ovetense que lucha desde hace unos meses por consolidarse.
-¿Qué se necesita para poder practicar fútbol americano?
-Al contrario de lo que se pueda pensar, no se requiere una condición física especial. Una persona de 120 kilos viene muy bien para determinada posición dentro del campo, y otra de 65 también nos será útil, es cuestión de buscar la demarcación más adecuada para él.
-¿Qué valores aporta este deporte?
-Creo que no hay ningún deporte que una tanto al equipo como éste, porque los jugadores dependen los unos de los otros de una forma muy estrecha, necesitan crear vínculos muy fuertes. El fallo de uno solo puede provocar que la jugada salga o no, y eso exige que compartan mucha disciplina, que todos los jugadores conozcan de memoria el libro de jugadas y que estén muy centrados para saber qué hay que hacer y cómo.
«No hay ningún deporte que una al equipo tanto como éste»
-El fútbol americano arrastra el tópico de ser violento y peligroso. ¿Hasta qué punto es real?
-Es cierto que al final de un partido acabas cansado y contusionado, porque éste es un deporte de contacto y hay golpes, por eso yo siempre remarco la necesidad de estar físicamente muy preparado. Hay muchas ideas exageradas, como que te van a hacer daño, que te vas a lesionar… Yo llevo practicando fútbol americano desde los 16 y tuve una lesión con 27, que fue totalmente fortuita. No hay que ocultar la realidad: las lesiones existen, y pueden ser serias, pero ocurre lo mismo en cualquier otro deporte.
-¿Qué inversión aproximada se requiere para iniciarse?
-Nosotros tenemos un pequeño stock de cascos y corazas que podemos ceder a quien que se acerque simplemente para probar. Luego, como sucede en cualquier otro deporte, cada jugador querrá hacerse con su propio material: un kit de iniciación puede costar unos doscientos euros.
-¿El equipo cuenta con algún tipo de ayuda o subvención?
-Llevamos sólo ocho meses en Oviedo, y de momento nos financiamos con la aportación de los jugadores y socios, para costear gastos como seguros médicos y desplazamientos a los partidos. Esperamos que el Principado nos ofrezca alguna ayuda de cara a la próxima temporada.
-¿Por qué pensáis que este deporte puede tener seguimiento en Asturias?
-Pensamos que es viable porque ya hay varios equipos en la zona: hay uno en Cantabria, otro en el País Vasco, y por supuesto en Gijón. Cuando nosotros empezamos en Gijón Marines lo teníamos mucho más difícil porque todos los partidos eran lejos de Asturias. Incluso una vez fuimos a jugar a Valencia, con ida y vuelta en el mismo día. Ahora, al haber más equipos cerca, se ahorra tiempo y dinero en los desplazamientos. Nuestra idea es poder entrar en la liga nacional en un año o dos, porque la acogida está siendo muy buena, con mucha gente interesada.