Tras años escribiendo -como periodista, como letrista, como autora literaria- Alicia Alvarez publica La aguóloga: un poemario en prosa en el que incide en su particular forma de ver el mundo. Unas gotas de realismo mágico ya familiares en sus trabajos como miembro de Pauline en la Playa, con quien prepara su sexto disco.
-¿Qué vamos a encontrar los lectores en este libro?
-Los que ya están familiarizados conmigo por la música se van a encontrar un universo similar al de las letras de Pauline en la Playa. Los que no me conozcan, van a encontrar un poco de todo: un mundo lleno de metáforas, un poco de surrealismo, escenas cotidianas con una pizca de poesía.
-El personaje de la aguóloga está presente, de una forma u otra, en todo el libro.
-A veces está en primera persona y a veces en tercera, pero desde luego está entrando y saliendo todo el tiempo. Es un personaje que fue naciendo de los poemas y que finalmente se quedó. Este trabajo se ha ido construyendo a lo largo de los últimos diez años, hasta que hubo un momento en el que empecé a ver que había una conexión, que aquí había un libro. Cuando lo terminé contacté, entre otras editoriales, con Huerga y Fierro, que tuvieron a bien publicarme en estos tiempos tan complicados.
-Las ilustraciones son de Fernando Gutiérrez. ¿Partió de ti la idea de hacer más visual a la protagonista?
-Sí, y además ésta es una historia muy bonita. Yo conocí a Fernando haciéndole una entrevista. Él había ganado el premio Experimenta de LABoral Centro de Arte y Creación Industrial, y cuando vi su trabajo me quedé enamorada. Ya en ese momento pensé que si alguna vez tenía que hacer visuales estos poemas, sería con el trabajo de este hombre. Así que en cuanto supe que me los publicaban, pregunté si podía contar con ilustraciones y contacté con Fernando. De ahí surgieron ilustraciones preciosas, entre ellas la que finalmente fue la portada, que le da una imagen concreta a esa aguóloga, con ese chubasquero amarillo que se convierte en lobo.
«El agua tiene muchos significados, y el poemario también: la forma en que yo miro, remiro e interpreto la escena cotidiana»
-Tantas referencias al agua como elemento onírico, relacionado con el mundo de los sentimientos… ¿Son un reflejo de tu carácter?
-Yo creo que es más el reflejo de una persona nacida y criada en una ciudad mirando al mar. Y además esa ciudad es Gijón, con lo que el agua es un elemento que puede sugerir desde la tranquilidad y la calma, hasta esa parte de puerto industrial. El agua tiene muchos significados, y el poemario también: la forma en que yo miro, remiro e interpreto la escena cotidiana.
-¿Cuánto tiene de musical La aguóloga?
-Tiene muchísima musicalidad, de hecho ésa es una de las partes que más me interesan a la hora de trabajar la escritura: el tempo, la cadencia. Y también, a la hora de escoger las palabras, me gusta que sean sonoras y jugosas. Yo leo mucho los poemas en voz alta, y están escritos con estas dos características: ritmo y sonoridad.
-¿Escribir es para ti un espejo?
-Creo que hay una parte de utilizar la escritura para poner en claro cosas personales y sacarlas fuera, igual que en la música; pero en mí esto no es algo muy claro, sino más bien escribo porque lo necesito. Para mí es más una forma de comunicación en la que me siento cómoda.