Con su propia memoria histórica, Imanol Núñez recupera en La Güelga canciones del movimiento obrero nacional e internacional, haciendo una especial mención a las movilizaciones mineras. Canciones intemporales, en asturiano y en castellano, que la crisis económica y social ha vuelto a poner de actualidad.
Imanol anda ocupado estos días: además de este trabajo en solitario, ultima los retoques del nuevo disco de la formación TrueQuedart, grabado en Barcelona y financiado gracias al crowdfunding.
-¿Qué te motivó a lanzarte a este proyecto con canciones populares reivindicativas?
-La idea de grabar este disco no partió de mí, sino que me la propusieron, pero al momento me pareció interesante dar un poco de vida a canciones que llevan años escritas, sobre todo por el momento tan especial que estamos viviendo ahora. Yo soy de Turón, de la cuenca, mi padre y mis abuelos eran mineros, todo mi entorno está relacionado con eso, así que esas temáticas me tocan muy de cerca.
-El anticipo del álbum ha sido «Hay una lumbre en Asturias», una canción muy conocida en las cuencas. ¿Qué otros temas encontramos en este trabajo?
-Pues un poco de todo. Hay temas populares internacionales, como el Bella Ciao, de los partisanos italianos; hay otros traducidos al castellano, de Pete Sieger o Woody Guthrie; hay temas de Asturias… hay mucha variedad.
-Es un álbum que habla de revolución. ¿Crees que es para todos los públicos?
-Pienso que sí, por su carácter social y porque estamos viviendo un momento convulso. A mí me gusta ver las cosas más evolucionarias que revolucionarias, reivindicar las cosas con la música y la palabra. Creo que puede llegar porque las letras no envejecen, una buena historia tiene fuerza en cualquier momento histórico.
-Huelgas hemos tenido varias en los últimos tiempos. ¿Es «La Güelga» una llamada a la movilización?
-Más que hacer un llamamiento, lo que buscamos es recordar toda esta temática surgida de las revueltas sociales, mirar de dónde venimos y dónde estamos, para que no se nos olvide. Gran parte de los temas que hemos grabado son de las huelgas mineras del 62, que consiguieron muchos de los derechos que hoy tenemos como trabajadores.
-Otro de tus proyectos está con TrueQuedart, con un nuevo disco recién grabado gracias al crowdfunding. ¿Qué aporta esta forma de financiación colectiva y en red, cada vez más habitual?
-Que alguien crea en tu proyecto hasta el punto de aportar su dinero antes de que esté hecho, para que puedas editarlo, es algo increíble. En realidad va todo enlazado, tanto en el crowdfundingcomo en las movilizaciones que hablábamos antes: al final la gente tiene en su mano buscar el camino y luchar por lo suyo.
«La gente tiene en su mano buscar el camino y luchar por lo suyo»
-¿Y cómo es este nuevo disco?
-Es una evolución del anterior, y tiene un poquito de todo: hay funky, latin, reggae… Al tener un disco previo ya ves lo que funciona, lo que le gusta más a la gente y lo que te gusta más a ti, así que tiras por ese camino. Nosotros estamos contentos con el resultado, y con muchas ganas de sacarlo.
-Habéis optado por la autofinanciación, así que no lo sentiréis tanto, pero ¿cómo se van a notar los recortes en cultura?
-Ya lo estamos notando, se están eliminando ciclos culturales, se están dejando de programar conciertos, cada vez es más difícil ganarse la vida con esto. Pero bueno, al final como todo hay que hacer oficio, y luchar por lo que uno cree. Yo llevo toda la vida estudiando para poder trabajar en la música y sigo con ello, porque en estos tiempos es un lujo poder dedicarte a algo que te gusta, que te llene de energía. Si hubiera más posibilidades de tocar en directo quizá no habría que buscar la financiación por otras vías como el crowdfunding, pero esto también sirve para ver que la gente nos apoya, y para cargarnos las pilas.