Como la figura de Philippe Cousteau, absorto contemplando el Cantábrico: así se halla el concejo de Castrillón. El mismo que se hace llamar ‘el concejo de las siete playas’, a pesar de que son más las que integran su hermoso litoral.
El busto del mítico investigador se halla en el llamado Museo de Anclas Philippe Cousteau. allí en un promontorio llamado La Peñona, rodeado de mar, desafía los temporales e invita a las gentes a compartir su amor por los océanos. El Museo al aire libre es uno de los lugares de interés turístico que presenta este concejo de la zona centro de Asturias. Su exposición de anclas y esculturas constituye todo un símbolo de fraternidad entre los pueblos costeros. Desde el mirador de este lugar es posible contemplar parte de la costa, en concreto una panorámica privilegiada de la playa de El Espartal. En realidad El Espartal -que da nombre a zonas dunares de gran valor ecológico- está formado a su vez por dos arenales: la playa de San Juan de Nieva y la playa de Salinas. Esta última, la más concurrida del concejo, cuenta con un largo paseo marítimo y está dotada de todos los servicios necesarios. Y es que Castrillón sabe sacar rendimiento a su litoral, surtido de grandes playas como la de El Sablón o pequeñas calas como la del Reguero.
Para apreciar la belleza de la costa castrillonense lo mejor es caminar por una de las rutas más conocidas: la Senda Norte. Este itinerario recorre la costa asturiana desde Muros de Nalón hasta Carreño, y a su paso por Castrillón hace un recorrido de 10 kilómetros que discurren entre Arnao y Bayas. Precisamente en Arnao se pondrá próximamente en marcha la recuperación de la mina de pozo vertical más antigua de Asturias, con fines turísticos. Y desde Bayas podemos observar la isla de mayor tamaño de la costa asturiana, la isla de Deva, un refugio para aves que ha sido declarado Monumento Natural.
Por su geografía desprovista de alturas, Castrillón es el concejo ideal para realizar largos y bellos paseos. El visitante encontrará en las oficinas de turismo información detallada sobre las rutas que es posible llevar a cabo.
Por su geografía desprovista de alturas, Castrillón es el concejo ideal para realizar largos y bellos paseos. El visitante encontrará en las oficinas de turismo información detallada sobre las rutas que es posible llevar a cabo. A través de ellas podrá conocer la riqueza etnográfica que atesora el municipio, con 180 hórreos y 120 paneras, la mayoría de los siglos SVIII y XIX, aunque algunos se remontan a épocas anteriores. También existen llagares, lavaderos, palomares y molinos, empleados antaño para transformar el grano en harina. El concejo está salpicado de bellas casas tradicionales asturianas, y también casas de indianos, construcciones que relatan parte de la historia de la emigración de finales de siglo XIX y principios del XX.
Algunas rutas como la de Pillarno -de 9 km. de longitud y apta para hacer también en bicicleta-, se introducen en el interior del concejo permitiendo descubrir la cara más rural y desconocida del mismo. Este recorrido permite conocer también unas interesantes formaciones de estalactitas y estalagmitas, las Cuevas de Arbedales, abiertas al público en los horarios establecidos.
El Camino de Santiago del Norte también atraviesa Castrillón y se halla perfectamente señalizado. En su recorrido pasa por la capital, Piedras Blancas, la localidad mejor provista en servicios y equipamientos. Junto con el núcleo de Salinas, son los dos lugares de mayor población y poseen una amplia red de hostelería y alojamientos para el visitante.
Acercarse hasta Castrillón resulta muy sencillo, dadas las excelentes comunicaciones que posee el municipio. Por carretera se accede a través de la N-630 y por la Autovía del Cantábrico; también está comunicado por RENFE y FEVE, y además el aeropuerto de Asturias se encuentra dentro de los límites territoriales del concejo.
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