A un lado el mar en sus diferentes facetas, a otro las agrestes montañas que fueron el hogar de los vaqueiros de alzada. Todo es Cudillero, lugar de inspiración para artistas y de evasión para turistas.
El punto centro del concejo es el propio Cudillero, villa marinera cuya arquitectura se caracteriza por una plaza principal a partir de la cual las pequeñas casas escalan acantilado arriba hasta formar un anfiteatro urbano. Entre los edificios conviene destacar la capilla del Humilladero, que data del siglo XIII y la iglesia de San Pedro, tres siglos posterior. A un paso, el mar es el que verdaderamente reina en la villa. El que dio origen a su nacimiento como puerto pesquero y el que ha creado una forma de vida particular en torno a él, e incluso un dialecto el pixueto. La belleza del lugar convirtió en los 70 a Cudillero en centro artístico a pie de calle. Poetas, escritores, cineastas y pintores llegaban de todos los puntos de la península a inspirarse, dejando en palabras e imágenes la villa. Hoy la pesca y el turismo son los dos puntales de Cudillero. Y este mes de abril se aúnan bajo las VI Jornadas Gastronómicas de la Merluza del Pincho, que tendrán lugar los días 9,10 y 11; y también el 16, 17 y 18 de abril. El menú tendrá un precio cerrado de 25 € y cada restaurante participante preparará el suyo propio, que constará de un plato principal de merluza y vino de D.O. En cuanto al turismo, viene mayoritariamente en busca de playas, paseos, gastronomía y tranquilidad. Como Cudillero no dispone de playa, se está acondicionando una zona de baño y solarium en el propio puerto que servirá para refrescarse y tomar el sol. Sin embargo, si salimos de la villa encontraremos más de treinta playas y calas dotadas de diferentes servicios. La playa de San Pedro es la primera del occidente asturiano que obtiene la “Q de calidad”Las hay de piedra, de arena o mixtas. A algunas sólo se puede llegar caminando y otras están asfaltadas para llegar en coche. Entre todas destacaremos esta vez la playa de la Concha de Artedo, con un paso elevado de madera que recorre todo el pedrero, y la playa de San Pedro de Bocamar, en Soto de Luiña. Esta última se ha convertido en la primera playa del occidente asturiano que obtiene el distintivo “Q de calidad” gracias a la remodelación que eliminó las barreras arquitectónicas, además de construir un aseo y aparcamientos para minusválidos, lo cual la hace asequible para este colectivo. También se renovaron el mobiliario y las instalaciones existentes, y se construyó una pasarela de madera con pasamanos para llegar cómodamente a la playa.
Estas actuaciones la han hecho también merecedora a San Pedro de Bocamar junto a la Concha de Artedo de la Bandera Azul que la UE otorga a las playas con buenos servicios y calidad medioambiental.
Son nuevos atractivos que facilitan la vida a los habitantes de Cudillero y al turista, a los que se suman parajes agrestes como Cabo Vidio, que pertenece a la parroquia de Oviñana. Este lugar era el elegido por los vaqueiros para llevar su ganado a pastar durante el invierno, cuando tenían que abandonar las brañas debido a las nevadas. Sus edificios más característicos son las “casas mariñanas”, diseñadas para luchar contra el viento y típicas en el norte de Europa. De hecho la tradición afirma que los habitantes de Oviñana proceden de alguno de estos pueblos nórdicos.
El paseante en busca de pueblos hermosos debe detenerse ahora en Soto de Luiña, que en 1992 compartió con la vecina Novellana el premio de Pueblo Ejemplar. No sólo por la labor de sus gentes sino también por la buena conservación del patrimonio, dos construcciones del siglo XVIII: la iglesia de Santa María y el Hospital de Peregrinos.