A mediados de marzo tiene lugar una de las citas gastronómicas más importantes de Laviana: las Jornadas Gastronómicas del Cabritu, que este año celebran su XXIII edición.
Hay comensales que año tras año son fieles a la cita, y no pierden la ocasión de reservar mesa en alguno de los restaurantes participantes en las Jornadas. El éxito de público es la mejor carta de presentación de este menú, que tiene como estandarte el cabritu con patatos, preparado con los mejores ingredientes naturales y siguiendo la receta tradicional.
El menú está cerrado de antemano, y así no hay sorpresas: sopa de curruscos, cabritu con patatos y ensalada de lechuga. De postre, bartolos, uno de los dulces típicos lavianeses. Todo por veintisiete euros que incluyen vino, café y chupito. Se trata pues de darse un pequeño homenaje, disfrutar de la mesa y la compañía y dejar el estómago saciado, por lo menos hasta las jornadas del año que viene.
El éxito de público es la mejor carta de presentación de este menú, que tiene como estandarte el cabritu con patatos.
La gastronomía lavianesa es fuerte y natural. A los inevitables platos típicos como la fabada o el pote se unen las excelentes carnes, por eso es fácil probar aquí guisos como el cordero a la estaca, jabalí estofado ligado con setas y castañas y productos derivados del cerdo. Los aficionados al pescado disfrutarán de las truchas del río Nalón, preparadas de las más diversas formas: fritas con jamón, acompañadas de boroña, en escabeche o a la cazuela. De postre, y como la repostería del lugar tiene fama, podemos probar casadielles, fayuelos, natillas, tarta de avellana, y por supuesto los típicos bartolos, que ya gozan de merecida fama.