Este mes se ha producido el apagón digital, para el que las administraciones llevan años preparándonos. Tras una transición sorprendentemente sencilla, se abre un campo de posibilidades que habrá que aprovechar.
El 2 de abril, dentro de la tercera y última fase de adaptación a la TDT, se apagó el repetidor del Gamoniteiro, que da servicio a la mayoría de la población asturiana. Han sido los últimos coletazos de un proceso que, según las administraciones se ha llevado por el libro. “Nosotros vemos esta operación con tranquilidad, porque las Comunidades Autónomas y el Gobierno han hecho una tarea digna de elogio. Y dentro de eso Asturias lo está haciendo francamente bien, porque el trabajo que había aquí es extraordinariamente más complicado que en otras comunidades”, valoraba el asturiano Eladio Gutiérrez, presidente de Impulsa TDT, en rueda de prensa en Oviedo el pasado 12 de marzo. Impulsa TDT está formada por los radiodifusores de ámbito nacional y autonómico y el principal operador de la red de difusión, en colaboración con la Administración del Estado y las diferentes administraciones autonómicas y locales. Se creó a finales de 2005 para promover la TDT y el proceso de transición que ahora culmina, de modo que conocen la evolución del proceso desde sus orígenes. Y el trabajo que se ha llevado a cabo en estos cinco años ha sido ingente: “En cincuenta años de televisión analógica se llevó a cabo una extensión de cobertura que se ha replicado en cinco años de trabajo para la televisión digital. Y se ha establecido un servicio universal, cosa que no había antes, ya que se ha alcanzado un 100% de cobertura”.
“Si hubiésemos dejado que actuasen únicamente los operadores que están en el mercado, tanto públicos como privados, cumpliendo con las obligaciones establecidas en el Plan Técnico Nacional, el 10% de la población asturiana se habría quedado sin señal, así que decidimos tomar parte” .
Ana Rosa Migoya, Consejera de Administraciones Públicas.
En el caso de Asturias, ese 100% era mucho más difícil de conseguir, debido a las dificultades orográficas. El Principado ha desarrollado aquí una importante labor, según resaltaba Ana Roya Migoya, Consejera de Administraciones Públicas en la misma rueda de prensa: “Si hubiésemos dejado que actuasen únicamente los operadores que están en el mercado, tanto públicos como privados, cumpliendo con las obligaciones establecidas en el Plan Técnico Nacional, el 10% de la población asturiana se habría quedado sin señal, así que decidimos tomar parte. La complejidad fue enorme, porque hubo que actuar en muchos repetidores, algunos de ellos inaccesibles”. Aún así, quedan numerosas viviendas aisladas, o pequeños núcleos de población donde no es posible captar la señal terrestre. Para ellos el Principado subvenciona el acceso a la señal por satélite.
T de Terrestre
Efectivamente, la TDT incluye el adjetivo terrestre en su denominación. Para la mayoría de la población esto es correcto, ya que casi todo el mundo accede con la antena tradicional, que en algunos casos ha habido que adaptar. También las televisiones han tenido que reciclarse, bien comprando una nueva que incluya la tecnología necesaria, bien haciéndose con un descodificador que permita captar la nueva señal. Según datos proporcionados por Eladio Gutiérrez, dos semanas antes del apagón se había sobrepasado la cifra de 31 millones de equipos vendidos, entre televisores y descodificadores, superando así las expectativas de consumo.
Sobre la adaptación de antenas sabe mucho Jaime Soto, presidente de Fenitel Asturias. Fenitel es la Federación de Instaladores de Telecomunicaciones, que en la región agrupa a un centenar de empresarios, y han sido un puntal básico en todo este proceso, trabajando a pie de calle, especialmente para adaptar las antenas colectivas. “Nuestro trabajo ha sido básicamente coordinar y homogeneizar el trabajo, siempre respetando la forma de trabajo de cada empresa, pero aplicando unos criterios comunes. En todos nuestros acuerdos siempre ha estado presente que el cliente debe quedar libre para escoger el presupuesto más barato, mejor y de más confianza, pero siempre con la seguridad de contar con un instalador autorizado”.
Según datos de Fenitel, el 80,5% de las antenas colectivas estaban adaptadas a la TDT a finales de 2009. “Esto es así porque hubo un gran interés e incluso, permítaseme la expresión, un cierto miedo a no llevar las cosas bien. Pero afortunadamente se ha visto que nosotros íbamos siempre por delante a la demanda del cliente, sabiendo lo que se iba a avecinar”. 
Volviendo a las antenas colectivas, esa previsión se incentivó con una ayuda económica, que según las cifras ha resultado efectiva. “Aunque siempre quedan los “rezagados”, y contra eso no se puede luchar. Nosotros estuvimos llamando a nuestros clientes, explicándoles que había una subvención para que les saliese un 50% más barato, pero lo cierto es que ha quedado un pequeño porcentaje que ha esperado hasta el último momento.
“Llega un momento en que no es interesante, por una cuestión de costes, poner un repetidor para una casa aislada. Harían falta muchísimos más repetidores de los que hay, de modo que estamos haciendo llegar la señal por satélite a las zonas rurales o a donde sea necesario”.
Jaime Soto, presidente de Fenitel Asturias.
Otras posibilidades
A pesar de la impresión general, la implantación de la TDT no supone desechar completamente las redes analógicas para televisión. Los operadores por cable seguirán usándolas, y llevan ya tiempo ofreciendo los canales disponibles en la Televisión Digital. Según fuentes de TeleCable, el operador asturiano, “nuestros clientes pueden ver los canales actuales de TDT, ya que esta señal es distribuida a través de la propia red de la empresa. La empresa ha venido informando a sus clientes de que el proceso de adaptación a la TDT no modifica ninguno de los canales actuales incluidos en la programación de TeleCable, ni los generalistas ni los temáticos, y por tanto no es necesario realizar adaptaciones en las antenas ni comprobaciones de cobertura”.
Asturias es la comunidad española con mayor penetración de TV por cable. Según el Instituto Nacional de Estadística, más de un tercio del total de hogares con televisión en el Principado accede a través de esta tecnología.
Actualmente TeleCable ofrece un servicio básico de TV, que se emite en analógico, de contratación mínima y obligatoria para acceder a cualquiera de los servicios de la empresa. La TV Digital es de contratación opcional y ofrece una amplia variedad de servicios extras. “El servicio de TV por cable y la TDT actual son servicios diferenciados, no son competidores”, opinan en TeleCable. “La TDT nace con el objetivo de acercar a la población la televisión fundamentalmente generalista en unas mejores condiciones de imagen y sonido mientras que la TV Digital de TeleCable, como cualquier TV de pago, tiene como objetivo proporcionar esas mismas condiciones con mayor variedad de contenidos y otros servicios avanzados basados en aplicaciones interactivas”.
Otras opciones para acceder a la señal digital son las tecnologías IP (ADSL), que utilizan las líneas telefónicas para transmitir datos a alta velocidad. Los operadores suelen ofrecer este servicio combinado con otros como el acceso a internet y los servicios de voz.
“El servicio de TV por cable y la TDT actual son servicios diferenciados, no son competidores”, opinan fuentes de TeleCable. “La TDT nace con el objetivo de acercar a la población la televisión fundamentalmente generalista en unas mejores condiciones de imagen y sonido mientras que la TV Digital de TeleCable, como cualquier TV de pago, tiene como objetivo proporcionar esas mismas condiciones con mayor variedad de contenidos y otros servicios avanzados basados en aplicaciones interactivas”
Existe también el acceso por satélite, que en Asturias es especialmente importante para garantizar ese 100% de cobertura que tanto ha preocupado a la Administración. Desde el Principado se subvenciona, gestionado por Fenitel, la instalación de la antena a los lugares que, por un motivo u otro, queden en sombra en la red digital. “Es que llega un momento en que no es interesante, por una cuestión de costes, poner un repetidor para una casa aislada”, explica Jaime Soto. “Harían falta muchísimos más repetidores de los que hay, de modo que también estamos haciendo llegar la señal por satélite a las zonas rurales o a donde sea necesario. Por otra parte, y en colaboración con TeleCable, también estamos trabajando en que llegue Internet por satélite a estas zonas”.
Con tantos factores moviéndose a la vez, la transición ha resultado sorprendentemente sencilla, salvo problemas puntuales. Desde las partes implicadas todo son flores: “Y yo además soy un poco escéptico con los políticos”, advierte Soto, “por eso me he visto agradablemente sorprendido”.
Una vez garantizado el acceso a la TDT, falta desgranar todas las posibilidades de este cambio, que son muchas. De momento la oferta de canales ha subido, aunque quedan licencias en proceso y la mayoría de los operadores están ajustando su programación. Es decir: la oferta es mayor, pero la variedad de contenidos no ha aumentado en la misma proporción. La calidad, en cambio, es indiscutible, aunque el más mínimo problema en la recepción anula la señal y deja la pantalla en negro; cosa que no ocurría con la televisión analógica. Para la Consejera Migoya las ventajas son mayores que los inconvenientes: “Calidad, oferta y sobre todo posibilidades de desarrollo en el futuro, porque la TDT abre un campo enorme para la comunicación”. La puerta a la tecnología digital ya está abierta para todos.