Con frecuencia me preguntan el porqué de ‘Teobaldo’; no es fácil denominar a personas, animales o cosas, en este caso hay un modesto homenaje a Shakespeare y, en el apellido, referencia a San Martín del Rey Aurelio, tierra dada a nombres propios originales. Ya es ejemplo el del propio rey astur, del que cuentan que quiso retirarse, en San Martín, a sitio apartado del bullicio de la corte de Cangas; aquí también se bautizaron abundantes Elviros, Corsinos o Minervinos. San Mamés está en el muro de la ribera izquierda del Nalón, hacen bien allí los nabos; era el pueblo de Saturno, estupendo nombre para un minero, hombre generoso, trabajador y cariñoso. Un sobrino de Saturno fue padre a edad madura y hubo cónclave familiar para decidir cómo se habría de llamar la nueva cristiana, la propuesta más original corrió a cargo de la tía soltera: “Hay que ponerle María Arantzazu, así la llamaremos Arancha”.
Las grandes corporaciones industriales pagan millonadas por una buena marca, buscan una denominación breve, duradera, que se pueda pronunciar en varios idiomas y que no pueda contener significados ofensivos o hilarantes en ninguno de ellos; ni una sola broma. Deberíamos ser igual de exigentes con lo que les colocamos a las personas, que suele ser para toda la vida. También en este asunto hay modas; han dejado de oírse en Asturies nombres de la categoría de Fredesvinda, Hermelinda, Enisira, Armonía, Alegría o Libertad, para dejar paso a Vanesas, Jessicas, Itziares, Ainhoas, Aroas o Naiaras; puede que incluso Leticias con “z”. El ciudadano Paco Abril ya no publica La Oreja Verde, voz escrita de los escolares; en uno de los números preguntaba a la población infantil la opinión sobre su propio nombre, había comentarios jugosos y alguno patético. Copio literalmente: “Karolly. A mi madre le gustaba mucho el nombre de Karolly y a mi padre Kaganny, así que decidieron llamarme Karolly Kaganny. A mí no me gusta mucho, hubiera prefrerido otros nombres que mi madre tenía como opciones, que eran Mª Luisa, Laura y Leticia”.
Teobaldo se lleva bastante mejor; aparte de los parentescos literarios, hay un prestigioso tocayo músico, Teobaldo Power, que da nombre al auditorio de La Orotava. Murió joven, aunque tuvo tiempo de dejar una importante obra, desafortunadamente poco conocida; todavía se puede encontrar una grabación del año 2000 recogida por RTVE en el disco de Clásicos Populares. Incluso se ignora que es suyo el Himno de Canarias. No, señora, no es ese pasodoble que Vd. conoce, sino una composición sinfónica con letra del poeta Benito Cabrera:
“Soy la sombra de un almendro,
Soy volcán, salitre y lava.
Repartido en siete peñas
Late el pulso de mi alma”
Las Canarias, aparte del paisanaje, tienen la ventaja de la poca contaminación, un regalo que iremos apreciando más, ya que, de acuerdo con un sesudo comentarista de TVE, “La contaminación en el 90% de las ciudades perjudica la salud, según la OMS”. ¡Brillante observación! Otro titular ingenioso en sentido parecido lo debemos agradecer a la prensa regional; la población en torno a la factoría siderúrgica de Veriña se vio sorprendida por una nube alarmantemente roja; titula el periodista: “El Principado quita hierro al efecto contaminante ante el recelo vecinal”. Buena falta haría limpiar todo el hierro en suspensión que adornó las haciendas; decía un vecino, “Si no es tóxico, ¡que se lo traguen ellos!”. Lo mismo que han intentado tapar el envenenamiento con mercurio en Asturiana de Zinc; al menos cien personas van a sufrirlo en su salud, los más directamente afectados tienen en sangre niveles intolerables de mercurio, cadmio, plata y arsénico, pierden la vista y los dientes, la responsable de la mutua escribe “posible intoxicación”. Los trabajadores están tranquilos porque su especialidad médica es la podología, con lo que tendrán los pies siempre bien cuidados.
Hay cosas que no huelen, apestan. Se quejan los vecinos de que se están echando las aguas de las alcantarillas en el Lago de Sanabria; el presentador de TVE dice que “hay un posible vertido de aguas focales”. Luego viene ese ministro de los yogures caducados y dice que no hay nada de nada, ¡como para fiarse!.
Seguramente Vd. no lo conoce, la verdad es que no se pierde nada, pero es mi obligación presentárselo: Don Arturo Vélez es secretario de la Federación Canaria de Ocio y Restauración, es decir, la más importante asociación patronal del Archipiélago. Pues bien, este ilustre patricio tuvo a bien declarar el mes anterior a 7.7 Radio que “las mujeres no tienen iniciativa empresarial”, que las que andan en esos menesteres es porque tienen un marido en quiebra, y otras lindezas similares. De tal calibre que el propio presidente de la Cámara de Comercio tuvo que salir al quite para decir que los empresarios canarios son más serios que este sujeto.
El vicepresidente del Cabildo le recordó que la tercera parte de la iniciativa empresarial mundial está en manos de mujeres y que en 2010 más de cien millones de personas de sexo femenino habían puesto en marcha iniciativas empresariales en cincuenta y nueve países. Claro que ya no deberían sorprender sus gracias, porque Don Arturo Vélez, jefe de la patronal canaria del turismo tuvo a bien denostar en diciembre el nudismo de sus playas, porque se veían “viejas de carnes flácidas o voluminosas masas”, que generan “lástima, burla o repugnancia”. De cara a la pared por feo de cerebro.