No sé qué le habrá podido cambiar. Puede que lo de Rita, -esa señora que pasó de ser apartada del partido a santificada como heroína oficial-, que le ha hecho aparecer compungido; no sé si lo de Trump, que le ha generado una sonrisa boba; puede que tal vez la pérdida de la mayoría absoluta, que le obliga al uso del verbo ‘negociar’, cuya conjugación desconoce. Sea como fuere, últimamente yo veía a Don Mariano un poco cambiado, pero en el noticiario de la tarde de la TPA del día 23 de noviembre está absolutamente irreconocible. Talmente no parece él.
Bueno, en todo caso cuando se publiquen estas líneas ya los americanos del norte nos habrán indicado, desde Thanksgiving and Black Friday que nos podemos lanzar al desenfreno comprador. Sí, sí, también en España, que la Sra. Báñez, además de sus milagros populares acerca del empleo, ha asegurado en Cortes que no hay ciudadano ni ciudadana que cobre menos del salario mínimo, lo que tiene a una buena parte de la población volviendo a repasar el manual de aritmética, porque sumando y sumando no le llega al resultado final de esos seiscientos y algo de euros que son el no va más de la prosperidad.
O sea, que estamos en Adviento y hay que ser buenos y amables, incluso laicos, ateos y cualesquiera otras gentes condenadas al fuego eterno. De vez en cuando conviene repasar los textos de la Verdad revelada; llama mi atención el título de un artículo de El País, que antaño fue periódico serio, «Los Reyes Magos eran andaluces». Copio: «En su polémico libro La infancia de Jesús, el papa emérito Benedicto XVI… asegura que los hombres que se cree que visitaron al hijo de Dios al poco de nacer procedían del ‘extremo oriente’. Por aquella época el ‘extremo oriente’ era una localidad conocida como Tarsis, que los historiadores sitúan en algún punto de Sevilla, Huelva y Cádiz. Tres reyes andaluces para adorar al niño». El comentarista, encantado de ser tan leído, pese a que el libro de Ratzinger hace varios años que fue publicado y comentado -2012-, hace una gracieta final, «Lo que cabe preguntarse es si llegaron a Belén en camello o en calesa».
¡Enternecedor! Claro que los papas son infalibles por dogma, pero los columnistas no tanto, incluso los más instruidos. Reflexionemos juntos: El Nuevo Testamento fue escrito en el entorno de Palestina-Asia Menor-Grecia hace dos mil años, es decir, la polaridad Norte y Sur aproximadamente como la nuestra; por ende el Oriente, el Este geográfico, el lugar por donde salía el sol, tiraba para la parte de Mesopotamia. Tarsis quedaría para los semitas en el Occidente, en el lejano Oeste, donde se ocultaba Febo; tan remoto que después de sus costas se abría el Océano, desde el que los barcos caían al Abismo, porque como todo el mundo sabía la tierra era plana, sostenida por un elefante.
Es el Adviento, asimismo, tiempo de generosidad; puedo, con su específico consentimiento, citar la del dentista Aurelio Martínez Cortina, lenense exiliado en Langreo, que dedica la mitad de sus vacaciones a trabajar, -gratuitamente-, de sacamuelas en el Senegal. Colaboramos hace unas semanas en el espacio que dirige Germán Mayora en Radio Ll.ena (debo aclarar que después de compartir amigablemente unos callos, como corresponde), donde se extendió sobre sus vivencias y anécdotas. Una de ellas es posterior al viaje: sale en prensa un reportaje sobre sus andanzas, ilustrada con fotografías; además de su labor profesional suele llevar un cargamento de medicinas para el cuerpo, de las que allí escasean, y otras para el espíritu, en forma de equipamientos de fútbol y balones, que le regalan las entidades deportivas asturianas. Una pelota de fútbol es un juguete muy práctico, porque con él se divierten veintidós personas, unas botas un lujo donde los zapatos no abundan. Pues bien, en una de las imágenes se le puede ver retratado junto con su hijo y unos jóvenes senegaleses, es decir, ciudadanos de un país de mayoría musulmana, ¡exhibiendo en el pecho una gran Cruz de la victoria!
Victoria contra los moros, dicen las crónicas cristianas. El joven de la izquierda se mira la camiseta con un cierto aire de incredulidad; Aurelio hijo deja caer el balón, del susto, al darse cuenta de la historia. Aurelio padre, con deportivo sentido del humor, se parte de risa cuando le hago ver la pifia, y apostilla. «¡Eso no ye nada! Llamome Caveda pa decime que cómo y-os había puesto, a unos islamistas, camisetes con anunciu de Jamones El Castillo… ¡Hombre, a mí dieronmeles en Noreña! La verdá que no me había fijao, pero ¿no les iba a llevar…?».
Bueno, en la Villa Condal antes celebraban a san Crispín, ahora a san Marcos; es decir, predominaba la zapatería, ahora la chacinería, y cada quien aporta lo que puede. Pero no termina aquí el asunto, si ustedes se fijan bien podrán observar que debajo de la enseña de las Cruzadas contra la Media Luna hay un anuncio de vino, sobre cuyos peligros advierte seriamente el Corán. Por suerte para la familia Martínez Cortina es la ciudadanía senegalesa de espíritu noble, hospitalaria y dada a la benevolencia
Señoras y señores: seamos también nosotros benévolos con los tropiezos ajenos, encarcelemos a los corruptos después de que devuelvan lo robado, y tengamos un 2017 en paz. ¡Hasta el año que viene!