El concejo de Grandas de Salime se caracteriza tanto por su naturaleza, como por su patrimonio histórico y etnográfico. Cuidar este legado es tarea de sus herederos grandaleses, que reconocen el tesoro que tienen entre manos.
La Sierra del Acebo atraviesa el concejo, como la espalda de un dragón que esconde la cabeza bajo tierra. Estas montañas de corte suave y alturas que no superan los 650 metros, vigilan cómo los ríos Navia y Agüeira dejan discurrir sus aguas limpias, regando campos a su paso y configurando espacios para el ocio. La pesca de trucha y los baños en las zonas habilitadas para ello son actividades recurrentes en cuanto el tiempo lo permite, pero también se practican deportes náuticos en el embalse de Grandas de Salime que forma el río Navia. Los amantes de la navegación en canoa o piragua encuentran aquí un espacio idílico y tranquilo para la práctica de este deporte, rodeados de bosques que absorben el sonido humano y devuelven trinos de pájaros y susurros del viento acariciando las hojas de los árboles. Otro de los atractivos naturales tiene que ver con el senderismo y la práctica del ciclismo de montaña, para lo cual hay habilitadas varias rutas que conducen a bellos lugares del concejo. También hay quien elige Grandas de Salime para practicar la caza, por la abundancia de jabalí, corzo y zorro que encuentran cobijo entre las espesas masas arbóreas. La naturaleza es aquí quien manda, y como tal la parte oriental del concejo pertenece al Paisaje Protegido de las Sierras de Carondio y Valledor.
Todas estas características convierten las tierras del concejo en una productiva huerta que los grandaleses aprovechan inteligentemente, dando lugar a cultivos agrícolas, frutales y forrajeros. El terreno es ácido y duro, lo que hace que las hortalizas y tubérculos se desarrollen lentamente, incrementando a la vez sus propiedades nutricionales. Los platos típicos de la zona potencian su sabor gracias a los productos de las huertas. No faltan en ellos las carnes y embutidos, dando lugar a platos elaborados en base al chuletón de buey, la carne roja, el cabrito y la caza mayor. Son típicos los uños -manos de cerdo- con fabas, diversos caldos, pote asturiano o cabeza de cerdo con cachelos. Todo ello regado con orujo casero y acompañado de queso de la zona. En cuanto a los postres, son características las mantecadas y las maravillas, unas rosquillas fritas de excelente sabor.
De hecho son muchos los que se acercan hasta aquí para practicar el turismo gastronómico, siempre combinado con el turismo monumental, que lleva al viajero hasta la Colegiata de San Salvador, el Parque Municipal Príncipe de Asturias y el Museo Etnográfico de Grandas de Salime. Este último ofrece una visión única de la Asturias rural y sus oficios, recreando en su interior un telar, forja, tornería, una barbería, una sastrería, una tienda-bar, una escuela o una tienda de ultramarinos. También se pueden ver utensilios del trabajo en el campo, la reproducción de una casa de la zona y un molino.
Si salimos de la villa, cerca del pueblo de Xestoselo se encuentran los petroglifos de La Xorenga y cerca de ellos hay túmulos prehistóricos. Un lugar que no hay que dejar de visitar es el Chao Samartín, impresionante castro muy bien conservado.
También el concejo tiene su ventana hacia las novedades y la renovación, en busca de un futuro sostenible y acorde a las necesidades vecinales. Durante 2009 se construyó el Centro Social, que ya está en uso, y a finales del año finalizaron las obras de urbanización del Polígono Industrial El Couso, que será el lugar más adecuado para la instalación de empresas. Paralelamente se ha concluido la remodelación de la AS-28 Grandas-Fonsagrada, y se ha realizado una instalación fotovoltaica en el Colegio Público de Grandas de Salime. Gracias al Plan E se ha reabierto una pista en Teixeira y se está haciendo una mejora en la de Villarpedre. Por último, prosiguen las obras del nuevo Centro de Salud en Grandas, aunque no se sabe la fecha de finalización.