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jueves 28, marzo 2024

Enrique Carballeira. Ilustrador

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Tenía la idea en su mente como uno de esos proyectos que se resisten a ser aterrizados sobre el papel, tal vez porque era un territorio sin explorar. Pero al final el ilustrador se venció a sí mismo y nació L’arume de la tierra, la novela gráfica que le ha dado a Enrique Carballeira el Premio Alfonso Iglesias de Cómic en llingua asturiana.

El periodista piloñés es de esos autores creativos que tocan varios palos a la vez. Disfruta con su trabajo como ilustrador de literatura infantil en una editorial, Asturtoons, que él mismo ha creado junto con otros autores, pero no renuncia a su faceta de periodista, escritor, diseñador o humorista gráfico.

-¿Qué tiene tu obra que convenció al jurado de forma unánime?
-Bueno, según explicaron en el acta del premio les gustó la técnica del cómic por tener aspectos innovadores. Por ejemplo, el estilo de dibujo o que la estructura de las páginas no tenía un formato uniforme: algunas contenían varias viñetas, otras muy pocas e incluso alguna llevaba una sola, lo que llevaba a una pausa en la narración. El jurado también valoró que el argumento era bastante actual, ya que lo dibujé algunas semanas antes de la convocatoria del concurso y en él se habla de noticias que reflejaban los medios durante esos días.
-¿En algún momento sospechaste que llevabas un caballo ganador?
-No. Llevo muchos años haciendo humor gráfico en forma de chistes o tiras, incluso cómics pero siempre historietas cortas; nunca algo como esto, que es lo que ahora está de moda. Ésta es una novela gráfica de 80 páginas, y como era la primera vez que me decidía a hacer algo así tenía muchas dudas.
-¿Cuándo nació la historia en tu imaginación?
-El tema lo tenía desde hace uno o dos años, pero una cosa es tener la idea y otra ejecutarla. De hecho, lo había intentado en otras ocasiones pero lo había dejado debido a las dudas, así que cuando se acercó la convocatoria me comprometí conmigo mismo a hacerla sin pensar demasiado. Me puse a dibujar de un tirón y lo hice en pocas semanas.Viñeta del cómic ganador

La novela ganadora L’arume de la tierra se desarrolla en Gijón y cuenta la historia de un hombre que trata de buscar el sentido a su vida.

-El protagonista de L’Arume de la Tierra vive en el ámbito urbano pero mira hacia el rural. ¿En este tipo de enfoques es donde se nota que eres de Infiesto?
-Si, en ese sentido algo se nota. La historia no tiene toques autobiográficos, pero sí son situaciones que se viven en el vecindario. Ves como era la zona rural asturiana hace 20 o 30 años y cómo está ahora. Yo he sido testigo del despoblamiento que ha sufrido el campo y en la época actual -a pesar de la crisis que se vive- la gente sigue sin apostar por volver al medio rural, algo que observo en el concejo en el que vivo.
-En este caso la historia está dirigida a un público adulto, pero gran parte de tu trabajo está destinado a los niños. ¿Cómo cambian los registros según se trate de uno u otro público?
-En realidad los registros pueden ser los mismos, pero cambian los temas y la forma de contarlos, el tipo de dibujos que utilizas. Éste es en blanco y negro y, aunque los dibujos están suavizados, no es apropiado para un lector infantil; pero sí serviría para el público adolescente o juvenil.
-¿Es más gratificante ilustrar para niños que para adultos?
-Lo es cuando tienes el contacto con ellos. Yo voy bastante a colegios y tengo actividades con niños en casas de cultura y ahí sí es bastante gratificante porque ves la reacción directa de los lectores con tu obra. También es verdad que el panorama del cómic para adultos ha mejorado en los últimos años y tiene más reconocimiento, de hecho el premio ha tenido mucha repercusión. Antes esto no ocurría, el cómic se veía como un arte menor.
-Junto con Xavier Frías e Inaciu Galán has creado la editorial Asturtoons. ¿Por qué orientarse hacia la literatura infantil?
-A mí me gusta hacer de todo, pero en el tema de la ilustración sólo hay mercado para el público infantil. Por otro lado, las historietas para niños son más fantasiosas e imaginativas, te dan mucho juego y salen más guapas.
-Personajes como Nardo y Quina están presentes en la prensa asturiana desde hace años. ¿Cómo se convive con hijos tan mayores?
-Estoy encantado con ellos, son personajes que me gusta dibujar y creo que ya nos hicimos los unos a los otros, los personajes al autor y el autor a los personajes. Están a punto de cumplir 25 años, pero creo que tienen buena salud y procuro actualizarlos mucho para que sean reflejo de la vida diaria.
-¿En qué proyectos estás actualmente involucrado?
-Aparte de la labor periodística que hago a diario, de los dibujos, del humor gráfico de Nardo y Quina o el de Los Urriellu que publica El Comercio, tengo una serie de proyectos de ilustración infantil. En este último apartado 2014 fue bastante bien, porque tuve bastantes trabajos, uno de ellos con la editorial Edebé, que me hizo mucha ilusión porque es una referencia en literatura infantil.
Tengo también otros proyectos de cómic que espero que poco a poco vayan saliendo, como el de dedicarme a historias infantiles de cierta longitud en asturiano, porque hay muy poco publicado en llingua asturiana y es una pena. Al apoyarte en las imágenes es un formato muy fácil de leer, incluso aunque no tengas grandes conocimientos del idioma.
-¿El ilustrador nace o se hace?
-La gente cuando te ve dibujar siempre lo ve como un don y te dicen ‘ojalá yo pudiera hacerlo’, cuando yo creo que uno puede tener una cierta predisposición pero nadie nace aprendido. A dibujar se aprende dibujando, como se aprende cualquier otra cosa, y tienes que dedicarle miles de horas.
-¿Desconoce el público en general el trabajo previo a una publicación?
-Si, claro, hace unos años entre los dibujantes bromeábamos porque mucha gente creía que los cómics se hacían a máquina. Yo utilizo una tarjeta gráfica para dibujar pero la labor es exactamente la misma que si lo haces a lápiz. Y ahora hago mucha ilustración para libros, pero también la he hecho para webs, carteles y videojuegos… de todo, pienso que lo que más trabajo da es el cómic. Es lo más difícil, probablemente la labor más solitaria, en la que te tienes que concentrar mucho y tener paciencia. A cambio tiene algo especial, es algo mágico.
-¿El balance en el mundo de la ilustración es positivo con la irrupción de las nuevas tecnologías ?
-Creo que sí. Cuando aparecen formatos nuevos van empujando a los anteriores hasta que llega un momento en que desaparecen, pasó con los discos de vinilo, y con los formatos digitales de los libros veremos qué pasa. Creo que en un plazo más o menos largo acabará desapareciendo el formato del papel y quedará el digital . Ahora nos puede parecer muy complicado y que no es deseable, pero seguramente los críos que están habituados ya a las pantallas dentro de 30 o 40 años lo que no verán normal será el papel.

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