Como muchos atletas, profesionales y amateurs, Marta Escudero empezó a correr sin más pretensiones que hacer deporte. Comenzó con una San Silvestre en el año 2008 y desde entonces no ha dejado de calzarse las zapatillas, aunque ahora la asturiana tira al monte.
Lo suyo es ahora la montaña. Y de qué manera. El pasado año se proclamó Campeona de Asturias en carreras de montaña, un título que no ha podido renovar por problemas de salud. La ovetense de nacimiento, pero riosellana de adopción y corazón, ha ganado este año la modalidad de maratón de la Transcanaria, la ultra trail de referencia en el panorama nacional y cuando estas líneas se publiquen estará regresando de la Ultra de Chamonix, la prueba de montaña reina en Europa. Marta afrontará la TDS, una carrera de 119 kilómetros con un desnivel positivo de 7.250 metros.
-¿Por qué empezar a correr?
-Bueno, siempre he hecho deporte. Durante once años jugué al balonmano y cuando lo dejé me animé a empezar a correr. Mi padre también corría -y sigue haciéndolo –, así que participé con él en la San Silvestre de Ribadesella. Empecé en carreras de asfalto con la Sociedad Deportiva de Ribadesella, club con el que todavía corro pruebas de cross en invierno, y estoy con el Team Race en las carreras de montaña.
-¿Cuándo viste que tenías cualidades, y que era algo más que una afición?
-No se trata de tener cualidades, yo creo que más bien es que correr engancha. A medida que lo haces cada vez te encuentras mejor y ves que vas mejorando. No considero que tenga unas condiciones buenísimas para esto, pero tengo muchas ganas y a base de constancia vas consiguiendo resultados. Por muchas cualidades que tengas, si no estás motivado no sales a entrenar un día de invierno que esté lloviendo. Se trata de tener objetivos que te motiven.
«Todo el que prueba las carreras de montaña acaba enganchado»
-¿Qué carrera recuerdas con más cariño?
-Con independencia del resultado que obtuve, fue la primera Travesera que corrí en Picos de Europa porque es una carrera de muchas horas y terminarla supuso una gran satisfacción personal.
-Del asfalto a la montaña ¿qué implicó ese cambio?
-La verdad es que probé un día a correr por el monte, sin más aspiraciones y luego vi que me gustaba y que no lo hacía mal del todo. Y desde luego no es lo mismo, en asfalto tienes que estar muy pendiente del reloj, en montaña no. Lo que está claro es que todo el que prueba las carreras de montaña acaba enganchando.
-Para este 2015 has trazado un calendario de competiciones ¿Cuál es?
-En el mes de marzo fui a la Transcanaria, quedé primera en la modalidad de maratón así que volví muy contenta. En mayo fui a correr a Portugal por etapas y parejas, eran cuatro etapas, corrí con Rubén González y quedamos como tercera pareja mixta. Luego hice la Travesera de Picos de Europa, en la que tuve algunos problemas y quedé cuarta, acabé por los pelos. Del Campeonato de Asturias me tuve que retirar y en agosto me voy a la TDS Ultra Trail del Montblanc. En el mes de octubre tengo pensado correr la Ultra Tapalpa en México y en diciembre la Vulcano Ultra Trail en Chile.
-¿Hay alguna persona de referencia en tu trayectoria deportiva?
-No puedo decir que haya alguien en especial. Vas conociendo a mucha gente, de unos aprendes unas cosas y de otros otras, aunque en su día, cuando empecé a correr, Eva Braña siempre me ayudó y me aconsejó. Ella y Pachu Pérez fueron los que tiraron por mí.
-El mayor reto que te planteas.
-Es precisamente la prueba que voy a hacer el próximo 26 de agosto en Chamonix, porque van a ser casi 120 kilómetros. Será la mayor distancia y el mayor tiempo corriendo que haya hecho, así que voy con un poco de respeto.
«Cada carrera tiene su historia, sus momentos buenos y malos»
-¿Cómo preparas una prueba de este calibre?
-Entre semana compagino los entrenamientos con mi trabajo y le dedico dos horas al día. Y ahora que ya se acerca la fecha de la prueba, uno de los dos días del fin de semana corro entre 8 y 10 horas.
-¿La carrera que más te ha gustado conseguir?
-No sabría decirte. Con independencia del puesto en el que quede, cada una tiene su historia, sus momentos buenos y sus momentos malos. Además, también disfruto mucho del proceso previo de entrenamiento, por eso me resulta difícil destacar una. Tengo un gran recuerdo de la Transcanaria de este año, pero también es muy especial la Travesera de Picos por el lugar donde se desarrolla, y me gustó mucho correr en parejas con Rubén en Portugal, una experiencia que seguro vamos a repetir. A todas les encuentro algo.
-¿Qué requiere una prueba por parejas?
-Para que la cosa salga bien hay que pasar mucho tiempo con la persona con la que corres. Es totalmente diferente a hacerlo uno solo, que vas a tu ritmo, controlas tus pulsaciones y no tienes que tener en cuenta otras cosas. Una carrera en la que hay que ir juntos todo el tiempo requiere mucha compenetración con la persona que llevas al lado. El que anda mejor tiene que tener paciencia con el otro. Rubén y yo pasamos muchas horas entrenando juntos y nos conocemos muy bien. Por mi cara ya sabe cómo voy y en este caso fue él quien tuvo que tener paciencia conmigo.
-¿Cómo se superan los pensamientos de limitación que te asaltan en una prueba?
-La parte mental es más difícil entrenarla, no hay una manera tan clara como los entrenamientos físicos. Pero si has preparado la carrera al final se trata de conocerte a ti mismo, eso es lo que te permite saber cuándo realmente no puedes seguir o cuándo es un momento de cansancio que puedes superar y seguir adelante.