Caldo y Os Rabizos. Música que perdura en el tiempo

Una filosofía: el objetivo no es recrear la tradición, es usar las herramientas musicales para animar las fiestas, romerías, bodas y demás eventos del siglo XXI.
Una fórmula: ¡Música veya actualizada que nun perde el carácter!
Con todos ustedes: Caldo y Os Rabizos.

Se formaron a finales del año 2015 pero todos los miembros del grupo tienen a sus espaldas una amplia carrera vinculada a la música tradicional. Su primera actuación como Caldo y Os Rabizos duró unos diez minutos y fue en «Una noche de danza». Tocaron cuatro o cinco temas pero la gente quedó encantada. No necesitaron más.
Miguel Rodríguez Monteavaro es uno de los integrantes de este grupo nacido en las tierras del Navia-Eo y que ha conseguido que los sonidos del pasado de esta tierra sigan vivos en pleno siglo XXI.

-¿Cómo es vuestra relación con la tradición?
-Todos los del grupo hicimos alguna vez, y seguimos haciendo, recogida de tradición y te puedo decir que la muiñeira que se bailaba hace ochenta años, se sigue bailando hoy en día y se va a seguir bailando dentro de otros ochenta. Nosotros hacemos música tradicional en el siglo XXI y aunque le damos un toque actual, intentamos respetar al máximo lo que se hacía anteriormente. La música tradicional que fue popular, y que está empezando de nuevo a serlo, no tiene una estructura fija ni se toca de una forma fija. Los gaiteros tradicionales interpretaban una canción de cincuenta formas diferentes y nosotros también seguimos esa pauta. En nuestro repertorio tenemos un montón de jotas, muiñeiras, agarraos, vals… pero los temas de la zona del Navia-Eo son los que nos caracterizan, que pocos grupos más tocan, y que más agradecen los bailadores.
-¿La música tradicional está suficientemente valorada?
-En general, en nuestro tiempo, la cultura tradicional no está lo suficientemente valorada. Todavía tenemos un auto-odio bastante grande, no porque sea música tradicional o cosas tradicionales, sino porque es lo nuestro. Valoramos mucho más lo que nos viene de fuera pero eso es porque nos falta un poco de amor propio en ese sentido y valorar más lo nuestro.

«Desde finales de los años noventa estamos viviendo una regeneración de la cultura tradicional»

-¿La gente joven participa de la recuperación de este tipo de música?
-No sabría qué decirte… Muchas veces, los temas culturales son cíclicos. Lo que estuvo de moda hace cincuenta años volverá a estarlo dentro de un tiempo. Desde finales de los años noventa parece que estamos viviendo una regeneración de la cultura tradicional y esto cada vez va a más. No sé si los jóvenes están cada vez más por la labor, pero sí que cada vez más gente se da cuenta de que lo nuestro también «mola».
-¿Son imprescindibles las redes sociales para la difusión y potenciación de este tipo de música?
-Las redes sociales me parecen básicas. No como un fin en sí mismo, porque hay gente que piensa que hay que hacer muchas cosas para subirlas a Facebook y que te den ‘me gustas’, y eso no es así. Controlar Facebook, Twitter o Instagram es básico para cualquier estilo de música y, sobre todo, para cualquier grupo que quiera promocionarse y tener un rendimiento. Lo que hacen las redes sociales es democratizar todo eso y llegar a un montón de gente a la que no llegaría de otra manera.
-¿Cuál es la actuación que recuerdas con más cariño?
-Recuerdo una que hicimos a principios de agosto que fue tocar una alborada. Empezamos a las siete de la mañana y acabamos a las siete de la tarde. Fue en un pueblo de Os Ancares que se llama Murias de Rao y aguantamos la fiesta con los chavales y los paisanos del pueblo. Solo repetimos una o dos canciones, tuvimos repertorio para toda la jornada.
-¿Tenéis algún proyecto en cartera?
-Queremos grabar disco en breve y también tenemos un proyecto de viaje a la Bretaña Francesa, además de varias actuaciones programadas para Asturias, Galicia, Castilla, Madrid… La verdad es que están saliendo un montón de cosas que nos ilusionan mucho.