En su primer contacto con la política, Ana Braña encabeza una concejalía de peso dentro del organigrama municipal. Entre sus atribuciones se encuentra la activación del empleo, a través del desarrollo del Acuerdo Gijón Crece.
Estudió Derecho en la Universidad de Oviedo y posteriormente Periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid, localidad donde estableció su residencia. Y tras trabajar varios años vinculada al marketing y la comunicación en diferentes empresas, una de ellas Coca-Cola, decidió que su vida y la de su familia debían continuar en Asturias. De vuelta a su ciudad natal, ocupó durante tres años la gerencia de la Sociedad Mixta de Turismo hasta que en mayo de 2015 entró a formar parte de la Corporación.
-Pasó de ser gerente en la Sociedad Mixta de Turismo a ocupar una concejalía que no es precisamente fácil de llevar. ¿Qué le está aportando este cambio?
-Me permitió meterme en materias como las vinculadas a Empleo y Hacienda en las que no tenía experiencia profesional previa pero sí me eran familiares por la formación que había recibido durante mis estudios de Derecho. Y realmente me gusta, en ese sentido la satisfacción es plena porque he crecido mucho y aprendo cada día, son materias muy amplias y muy ricas.
Personalmente esta siendo una experiencia muy interesante, a veces muy dura, porque llevo la organización municipal, y por tanto la negociación colectiva con los sindicatos, pero también es enriquecedora. De todo lo malo y lo duro acabas sacando cosas positivas.
-¿Se necesita mucha mano izquierda para estar al frente esta concejalía?
-Cuando uno llega a la administración pública lo primero que tiene que hacer es habituarse al entorno, que es muy diferente al entorno privado. En cierto sentido el sector público es poco ágil, debido a los plazos a los que está sujeto por toda la normativa y legislación que debes cumplir. Y en el ámbito de la negociación, la fuerza sindical también te lleva a que los plazos se dilaten y las negociaciones se endurezcan. Te exige flexibilidad y paciencia. Lo que más me ha chocado son los plazos.
-¿Qué objetivos se marca para este año desde las diferentes áreas que dirige?
-Cumplir el Plan, el Acuerdo Gijón Crece que es un acuerdo pluarianual que finaliza en 2019, aunque estamos en un contexto de prórroga presupuestaria, al igual que la comunidad autónoma y el Estado. Gracias a ese acuerdo y al respaldo que tenemos de la FADE y de los agentes sociales estamos sacando adelante gran parte de las medidas y cumpliendo los ejes estratégicos del Plan en sentido amplio. Desde el área de empleo, en la parte que me toca, intentamos paliar los efectos que esta crisis ha tenido años atrás con empleo directo gracias a ayudas a la contratación, planes de empleo que dan oportunidades a colectivos desfavorecidos, y con programas de formación que permiten mantener a las personas activas y orientadas hacia las necesidades del mercado, etc.
«Hay que animar a los gijoneses a que acudan a las instalaciones de la Agencia Local de Empleo en El Coto»
-En el acuerdo Gijón Crece hay muchos proyectos interesantes en funcionamiento, ¿hay alguno que pueda destacar?
-La verdad es que hay muchos y son muy distintos porque van dirigidos a colectivos diferentes. A mí me ha sorprendido mucho la Escuela de Segunda Oportunidad, en la cual a jóvenes que no han terminado su formación se les da la oportunidad de tener una orientación más práctica de cara a su inserción en el mercado laboral, intentando siempre que terminen sus estudios de secundaria obligatorios. Es un proyecto muy bonito que recientemente tuvo un reconocimiento europeo, aunque todos lo son. También están las ayudas a empresas, con un perfil totalmente diferente, pero también muy interesante porque se dirigen a personas valientes que deciden emprender y comenzar una andadura empresarial y a través de estas nuevas empresas se está sacando del desempleo a personas de colectivos con los que se está trabajando en otros programas.
Tenemos programas de financiación como los fondos de capital riesgo o capital semilla e intentamos establecer sinergias entre varios programas con la intención de dar empleo y formación en oficios que están demandados por las empresas.
Desde Empleo hay actividades muy distintas y es difícil valorarlas porque cada una se orienta a una necesidad concreta. Incluso en temas de formación, tenemos formación en competencias digitales y formación más practica de cara a profesiones más manuales.
-Algunos de los proyectos están orientados al uso de nuevas tecnologías.
-Sí, porque en las personas que salen del mercado laboral a una determinada edad se observa que hay una brecha digital que se está intentando suplir con programas de formación. Por otro lado, la gente joven suele estar más familiarizada en lo digital, así que para ellos y para quienes les interese prepararse en cuestiones nuevas que puedan tener nicho de mercado, la Agencia Local de Empleo también ofrece temas relacionados con el big data, la impresión en 3D… cuestiones en donde pueda haber demanda a corto plazo.
Tenemos un plan estratégico que es el que intentamos respetar a la hora de definir acciones concretas y la visión que impulsamos para la ciudad de Gijón es la de una ciudad abierta, innovadora, que sea atractiva para vivir, y que gracias a la tecnología sea posible trabajar desde Gijón para el resto del mundo.
-Entre las iniciativas puestas en marcha está la creación de un Observatorio socio-económico local. ¿En qué medida es necesaria la información?
-La investigación, la estadística, el seguimiento de las personas que realizan itinerarios de empleo en la Agencia es fundamental para saber si lo que hacemos es correcto o no. A partir de una muestra representativa de los beneficiarios de políticas activas de empleo, seguimos la inserción laboral a seis y doce meses, y la verdad es que hay programas con un éxito notable, como el de subvenciones a la contratación por cuenta ajena. A través de este programa ayudamos económicamente a las empresas que deciden contratar a una persona en situación de desempleo, primando las contrataciones de colectivos desde el punto de vista personal y/o social. Es una experiencia laboral interesante para las personas, que luego les permite acceder al desempleo. El programa tiene una inserción laboral en torno a un 95% y alrededor del 44% de las personas contratadas se quedan luego en la empresa.
Hacemos un estudio fundamental a través de entrevistas a jóvenes beneficiarios y también a las empresas para ver que es lo que necesitan, porque es fundamental orientar nuestras acciones a las necesidades que estas plantean.
-¿Conoce la ciudadanía la oferta laboral, formativa, así como el resto de opciones que tiene a su disposición desde la administración local?
-La verdad es que esa carencia se detectó cuando en el año 2016 nos sentamos a hablar del Acuerdo. En aquel entonces todavía había muchos ciudadanos de Gijón que no sabían lo que era la Agencia Local de Empleo y muchas personas todavía hoy no tienen claras cuáles son las competencias autonómicas o locales. Por eso, una de las líneas de acción es un plan de comunicación que se está haciendo desde mediados de 2017 para dar a conocer la Agencia. Es fundamental, y hay que aprovechar entrevistas como esta para animar a los gijoneses a que acudan a las instalaciones de la Agencia Local en El Coto. Hay que decirles que pueden acudir con un currículum y serán asesorados de las opciones que tienen, no solo en la búsqueda de trabajo, si no también en el aspecto formativo, optando a cursos en todos los niveles.
-Dejamos atrás el mes de marzo, en el que las mujeres dieron un paso al frente reivindicando sus derechos. ¿Qué valoración puede hacer de la línea municipal de apoyo al empleo y formación femeninos?
-Como novedad de este mandato está la introducción de criterios sociales en la contratación. Ante el volumen de contratos que se manejan en el Ayuntamiento vimos que la administración podía hacer algo en ese sentido, y una de las cuestiones fue incluir cláusulas relacionadas con la igualdad a la hora de valorar o de adjudicar un contrato a una empresa. No son las mismas en cada contrato porque varían en función del tipo que sea pero se gestionan o supervisan por la Oficina de políticas de Igualdad del Ayuntamiento.
En Empleo también hemos tenido programas dirigidos a mujeres como el de Clara, o por ejemplo, desde la empresa que yo presido, la Empresa Municipal de Aguas (EMA), a la hora de constituir la última bolsa de empleo para puestos de operario se eliminó una prueba de esfuerzo físico que consistía en cavar con una pala, para dar las mismas oportunidades de acceso a hombres que a mujeres.
Las medidas que se están implementando allí donde podemos son muy variadas, vía contratación o vía oferta empleo
público.