El presente y el futuro de Figueras no se pueden entender sin adentrarse en su pasado. Este núcleo, que revive con la llegada del verano, fue un importante centro dinamizador de la economía del occidente asturiano llegando a tener siete conserveras trabajando simultáneamente.
Fernando García, presidente de la Asociación de Mayores Cristo del Buen Viaje, es un gran conocedor de la historia de Figueras, la parroquia más poblada dentro del concejo de Castropol. Para él hubo una serie de hitos fundamentales que marcaron su desarrollo y muchos de ellos tienen que ver con la autonomía. «El primer hito se relaciona con el señorío de los Pardo ya que Figueras era un coto que les pertenecía a ellos, lo cual enlaza con un periodo de más de cincuenta años de autonomía municipal. En aquellos momentos la relación con la parroquia de Barres, de la que dependía, era grande y se creó una gran polémica porque Figueras se quería independizar. Finalmente se logró y esto supuso la mejora en la iglesia parroquial, la construcción del cementerio y la consolidación de una villa pujante a nivel industrial». En esta época también se creó una escuela náutica de la que salieron una saga de marineros altamente capacitados, lo que permitió crear una élite profesional muy significativa. Muchos de ellos continuaron su carrera profesional en el mar pero hubo otros que optaron por encauzar su futuro por la vía industrial poniendo en marcha fábricas de conservas. «A finales del siglo diecinueve, principios del veinte -comenta Fernando-, llegaron a funcionar unas siete fábricas de conservas, lo cual fue muy importante para una población como Figueras. Esta potencia industrial, pesquera y conservera tiraba de armadores, de barcas que se dedicaban a la pesca e incluso llegaron a venir marineros de Cudillero y de otros puertos. También las mujeres trabajaban en las fábricas de conservas y vendiendo pescado así que el nivel de ingresos en las familias era muy potente. Esto fue lo que dio lugar al periodo de mayor auge social y económico de la parroquia porque esas fábricas enlazaron con otro tipo de industria como fue la fábrica de gaseosas y sifones o la de jabones».
«La potencia industrial, pesquera y conservera de Figueras tiraba de armadores, de barcas que se dedicaban a la pesca e incluso llegaron a venir marineros de Cudillero y de otros puertos»
Tras estos años de bonanza y crecimiento, se vivió una época dura en la que la industria fue decayendo hasta que ya entrados los años treinta se instaló en la zona Astilleros Gondán, lo que supuso un impulso importante.
En cuanto al tejido asociativo de la zona, Figueras cuenta con una red de asociaciones de todo tipo en la que participan muchos vecinos. La Asociación de Mayores Cristo del Buen Viaje cuenta con más de mil socios de edades muy diversas. Su filosofía fue clara desde el minuto uno: que todo el mundo que lo desee pueda ser socio y participar de las actividades que se organizan. «Hemos entendido que sería inviable una asociación en la que solo participáramos gente mayor -asegura Fernando-. Por ejemplo, hemos organizado un viaje a París al que se apuntó tanto gente de 20 como de 80 años. De esta manera los de mayor edad se sienten más protegidos y van con absoluta tranquilidad.
En Figueras otras entidades como la Asociación de Vecinos realizan también labores muy importantes en la parroquia. Gracias a ellos y a la colaboración establecida con el Ayuntamiento se ha podido ordenar el tráfico en Figueras, mejorar en la limpieza del pueblo y en la iluminación y organizar actos sociales como las fiestas o la Cabalgata de Reyes.
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