Con su último trabajo ha conseguido el premio a Mejor cortometraje de Asturias en el Festival Nacional de Cortometrajes Aula 18. El cineasta de Luarca sigue sin despejar la pregunta de ¿Quién es Libertad Lionetti? Habrá que esperar al estreno en Asturias para descubrir las claves de su trabajo más ambicioso.
Cuando era niño Juan Carlos Álvarez acostumbraba a fantasear y contar historias, ya entonces tenía claro que lo suyo no eran las matemáticas. Su vocación definitiva se reveló cuando con quince años descubrió un programa de edición. «Mis padres me habían regalado un ordenador y cuando descubrí que podía fusionar imágenes con transiciones entre ellas e incorporarles música, se abrió un mundo delante de mí»
Ahora Jota, como es conocido habitualmente, tiene su propia productora CSO Pictures y está inmerso en la posproducción del corto asturiano ganador en el Festival Aula 18 ¿Quién es Libertad Lionetti? y el documental Caminando al Atlántico que ha rodado en la comunidad gallega.
-No quieres desvelar el misterio que acompaña a Libertad Lionetti, la protagonista de tu último cortometraje pero ¿qué puedes contarnos de este trabajo?
-Es un guión que empecé a escribir en julio de 2011 tras el rodaje de El cuento de Duna. Estaba de vacaciones en Galicia en un hotel a pie de playa y me imaginé una escena de dos personas que se encuentran después de mucho tiempo sin verse. La reflejé en un papel y aunque tardamos cuatro años en poder hacer el rodaje, fue la única escena que no se reescribió en todo ese tiempo. Así que puede decirse que todo nació de esa imagen.
-¿Es tu proyecto más significativo?
-Es el más ambicioso. En el corto hay actores conocidos y escenas difíciles, como una en la que participan cien extras, y todo eso cuesta muchísimo. De hecho empezamos el rodaje en dos ocasiones en 2011 pero tuvimos que pararlo porque es una producción con muchos costes, así que cuando en 2014 tuvimos los medios necesarios nos pusimos a la tarea.
«Tenemos mucho a nuestro favor para crear una industria del cine en Asturias. Hay muchísimo talento, tanto a nivel de dirección como de profesionales técnicos y actores, y tenemos un plató natural excepcional»
-¿Qué sensaciones tienes con el cortometraje?
-Estoy bastante satisfecho porque soy consciente de las dificultades que hubo, pero lo más importante es que lo hice como yo quería y ese es el mayor premio que uno puede tener.
La cinta suma seis nominaciones en U.S.A., entre las que se encuentra la del New York City International Film Festival y ha sido proyectada por primera vez en Asia, en el Sand Dunes International Film Festival de la India y en el festival más importante de Pakistán.
-¿Cuándo podremos verla en Asturias?
-Tendremos que esperar un poco porque muchos festivales importantes incluyen en sus bases que para concursar la cinta no puede ser exhibida comercialmente o al público, y no queremos perder la oportunidad de poder presentarlo a alguno de ellos.
-Hace poco estrenaste en Galicia el film Caminando al Atlántico. ¿Es la continuación de Caminando entre cabos?
-Se puede considerar que es la continuación en cuanto al formato y personaje, -protagonizado por Manuel Turnes- que sigue contando sus reflexiones a través de un viaje por tierras gallegas, pero es muy diferente. Caminando entre cabos lo hice por encargo y estaba sujeto a unas exigencias de guión, mientras que la segunda parte tuve total libertad para hacerla, y de hecho tiene un enfoque más personal, más emocional y no tan documental.
La anécdota del rodaje la protagonizó la escena que rodaron en la Plaza Roja de Moscú. En ella aparecían catorce personas manifestándose pero la policía rusa detuvo a dos actores al creer que pedían la liberación del preso italiano Libertad Lionetti.
-¿Habrá tercera parte?
-Sí, de hecho ya estamos trabajando en ella, pero en este caso queremos hacer una película. La rodaremos en Asturias íntegramente, y será una radiografía de toda la región, de este a oeste y de costa a interior. Va a tener una preproducción enorme, es un proyecto ambicioso, y si sale como queremos va a ser algo importante.
-Ahora que gozas de un reconocimiento profesional podrías trabajar fuera de Asturias, y sin embargo no lo haces. ¿Por qué?
-Para mí no habría nada más bonito que crear una industria en Asturias. Tenemos muchas cosas a nuestro favor, lo primero que hay muchísimo talento, tanto a nivel de dirección como de profesionales técnicos y actores, y lo segundo que tenemos un plató natural excepcional. Lo que faltan son apoyos a nivel administrativo, y es una pena porque sería una apuesta segura. Yo únicamente he contado con el apoyo del Ayuntamiento de Valdés, que siempre colabora conmigo.
-¿Que recursos hay que demostrar para que una persona tan joven como tú dirija un gran equipo y consiga el resultado esperado?
-Sobre todo es perseverancia y determinación. Si no peleo y no lucho, Libertad Lionetti, por ejemplo, no se hubiera hecho. Tienes que tener claro lo que quieres y saber que vas a dedicar mucho esfuerzo y mucho tiempo de tu vida al proyecto, que vas a involucrar a mucha gente y que tienes una responsabilidad importante.
-Profesionalmente hablando ¿tiene fin la ambición personal?
-El sueño que siempre tuve es poder dedicarme a esto, así que me conformo con poder mantenerme y hacer lo que yo quiero. Y esto no tiene fin porque constantemente estás aprendiendo y en cada rodaje vas mejorando lo anterior.